"Cualquier afirmación de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacan intencionadamente a periodistas o a personas no implicadas [en el terrorismo] es una burda y descarada mentira", escribió Gantz en un comunicado, tras la publicación del informe de la Autoridad Palestina (AP) que asegura que fueron los agentes isaelíes quienes asesinaron a la periodista de Al Jazeera, Shireen Abu Akleh, deliberadamente y por la espalda.
Por otro lado, Israel mantiene que es posible que militantes palestinos fueran los responsables de la muerte de Akleh aquel 11 de mayo, durante una redada de las FDI en Cisjordania.
Según los medios de comunicación, los investigadores palestinos concluyeron que las pruebas forenses demostraban que la periodista se encontraba huyendo de soldados israelíes cuando fue alcanzada por el disparo, aunque Akram Al Khateeb, fiscal general de la AP, aseguró en conferencia de prensa que Akleh recibió un disparo de un arma que no suelen utilizar las fuerzas israelíes.
La AP rechazó, hasta ahora, las peticiones israelíes de participar en una investigación conjunta o de entregar la bala que mató a Akleh.
Su análisis se sumó a las investigaciones de la CNN y de Associated Press a principios de esta semana, que concluyeron que los soldados israelíes fueron probablemente los responsables de su muerte y que la presencia de militantes palestinos en la zona en ese momento era escasa o nula.
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Enfrentamientos durante el funeral de la reportera asesinada de Al Jazeera Shireen Abu Akleh en Jerusalem.
(Ynet)
La CNN utilizó además el testimonio de un testigo presencial para afirmar que fue asesinada en un "ataque selectivo". Al Jazeera, medio donde trabajaba la periodista, también acusa al ejército israelí de atacar deliberadamente a Akleh.
En su declaración, Gantz calificó a las FDI de "ejército moral" que "siempre actúa con precisión". También manifestó que las fuerzas israelíes estaban respondiendo a una ola de terrorismo en las últimas semanas que tenía algunos vínculos con el campo de refugiados de Cisjordania de Jenin, donde Akleh fue asesinada.
El jefe de Estado de las FDI, Aviv Kohavi, respaldó la declaración de Gantz, diciendo: "Se puede afirmar con certeza que ningún soldado disparó deliberadamente contra ella".
En lugar de involucrar a la comunidad internacional en su investigación, la AP está "orgullosa de no haber incluido a nadie más en la investigación", remarcó en la conferencia de prensa Nabil Abu Rudeinah, portavoz del presidente de la AP, Mahmoud Abbas. Rudeinah también criticó "la ayuda estadounidense y el silencio mundial" tras la muerte de Akleh.
La muerte de la periodista desencadenó una tormenta de controversia tanto en Israel como a nivel internacional, que se incrementó cuando la policía israelí se abalanzó sobre la gente en su funeral, casi derribando su ataúd.
Por último, los demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos pidieron que se investigue el asunto.
