Hussein Amir Abdullahian, ministro de Relaciones Exteriores de Irán, se refirió al viaje del director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a Israel y acusó que el encuentro entre el director Rafael Grossi y el primer ministro Bennett es una “conducta contraria a la neutralidad”.
La visita de Grossi a Israel se produjo en el contexto de un informe reciente del OIEA que afirma que Irán se aproxima a acumular una cantidad de uranio suficiente para fabricar una bomba atómica, y que actualmente cuenta con una cantidad de la sustancia 18 veces mayor a lo que establece el acuerdo nuclear firmado en 2015.
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Rafael Grossi, director del OIEA; y Naftalí Bennett, primer ministro de Israel.
(Kobi Gideon)
En el encuentro de Grossi con Bennett el mandatario israelí brindó su “apoyo para que el OIEA cumpla su mandato respecto a Irán de manera profesional e independiente” y pidió que la Junta de Gobernadores del organismo, que se reunirá del 6 al 10 de junio y discutirá una posible condena hacia Teherán, “envíe un mensaje claro a Irán”.
"Es preferible la vía diplomática para privar a Irán de cualquier posibilidad de desarrollar armas nucleares, pero al mismo tiempo Israel se reserva el derecho a la defensa y la acción contra Irán para detener su programa nuclear si la comunidad internacional no lo hace en el plazo correspondiente", sostuvo Bennett.
Potencias occidentales presionan diplomáticamente para que la Junta de Gobernadores del OIEA reprenda a los iraníes por negarse a proporcionar información sobre el hallazgo de uranio en sitios no declarados ante el organismo. Ante esto, el canciller iraní advirtió que cualquier movimiento político de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Alemania se enfrentaría a una “respuesta inmediata”.