El primer ministro Benjamín Netanyahu anunció públicamente medidas económicas para aplacar los efectos del coronavirus y, en medio de un fuerte rebrote de contagios, asumió su responsabilidad sobre una prematura reapertura de la actividad económica.
“Las decisiones sobre el coronavirus se toman por el método de prueba y error, equivocando y arreglando, y mirando hacia atrás se puede decir que la apertura tras la primera ola fue apresurada”, admitió Netanyahu en una conferencia conjunta con Israel Katz, ministro de Finanzas.
“Muchos nos instaron a abrir la economía y eso no impide que esas mismas personas hoy nos pregunten por qué abrimos todo. Pero asumo esa responsabilidad y también el compromiso de repararlo, por eso cerramos los lugares que reúnen multitudes y tomaremos otras medidas si es necesario”, agregó el mandatario.
El motivo de la conferencia brindada en Jerusalem fue difundir los detalles de un plan económico que Netanyahu prometió en el comienzo de la semana y permite reforzar la asistencia financiera a comerciantes y trabajadores independientes. El plan contempla una red de asistencia para estos sectores que finalizará el año que viene, en reemplazo de medidas a corto plazo que se implementaron desde el inicio de la pandemia.
"El ministro de Finanzas y yo trabajamos en este programa durante todo el día para obtener el dinero lo más rápido posible", prometió Netanyahu en respuesta a las críticas sobre las demoras burocráticas para cobrar estos subsidios: hasta la fecha el paquete de ayuda abarcaba un total de 100 mil millones de shekels (casi 30 mil millones de dólares) y un valor aproximado a la mitad de esa cifra se inyectó en la economía. En relación al origen de esta asistencia, Netanyahu expresó que “la economía de Israel es muy sólida y eso nos permite pedir préstamos a una tasa de interés baja”.
El ministro Katz agregó que “estamos para garantizar que no haya nadie que no reciba una respuesta financiera en este momento difícil” y destacó que la elaboración de este nuevo programa contempló los errores cometidos al comienzo de la crisis. “Se mejoraron los beneficios para todos los empleados suspendidos, y se estableció una red de contención para comerciantes y trabajadores independientes. En este programa hay respuestas para todos”, enfatizó.