La administración estadounidense se encuentra negociando, en secreto, un acuerdo entre Arabia Saudita, Israel y Egipto que podría conducir a una normalización de las relaciones entre el reino saudí y el Estado judío, informó este lunes el medio de comunicación Axios.
Citando a cinco fuentes estadounidenses e israelíes, el informe asegua que Estados Unidos asumió el papel principal en la solución de la cuestión de la transferencia de dos islas estratégicas en el Mar Rojo, Tiran y Sanafir, de Egipto a Arabia Saudita.
Si las distintas partes finalizan el acuerdo, podría ser la base de unas relaciones más cálidas entre Israel y Arabia Saudita, que actualmente no tienen ningún vínculo diplomático oficial
En 1950, Arabia Saudita cedió el control de las islas a Egipto, sin embargo, se desmilitarizaron como parte del tratado de paz entre Israel y Egipto de 1979, informó el diario. En la actualidad, las dos islas del Mar Rojo controlan el Estrecho de Tirán, un paso marítimo estratégico hacia los puertos de Aqaba en Jordania y Eilat en Israel.
Las negociaciones entre las distintas partes continúan, y aún no se firmó ningún acuerdo. Uno de los temas clave es la cuestión de una fuerza multinacional de observadores, explicaron las fuentes a Axios.
Arabia Saudita aceptó mantener las islas desmilitarizadas y mantener la plena libertad de navegación para todos los barcos, pero quería acabar con la presencia de observadores multinacionales. Además, los funcionarios israelíes estuvieron de acuerdo en poner fin a la presencia de estos, pero exigieron acuerdos de seguridad similares a los actuales.
La Casa Blanca quiere llegar a un acuerdo antes de la visita del presidente estadounidense Joe Biden a Medio Oriente, incluido Israel, a finales de junio.
Si las distintas partes finalizan el acuerdo, podría ser la base de unas relaciones más cálidas entre Israel y Arabia Saudita, que actualmente no tienen ningún vínculo diplomático oficial, aunque el reino apoyó los Acuerdos de Abraham, mediados por Estados Unidos, en 2020.
Sin embargo, el Estado del Golfo declaró entonces que no normalizaría sus lazos con Israel hasta que se reanudara el proceso de paz con los palestinos.