En la noche del miércoles las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron que el cierre general en Cisjordania continuará hasta el sábado. La decisión forma parte del operativo para encontrar y arrestar a los seis terroristas palestinos que este lunes se fugaron de Gilboa, una cárcel de máxima seguridad ubicada en el norte israelí, a 25 kilómetros de la ciudad palestina de Jenín.
El ejército aclaró que la transferencia de mercancías a la Franja de Gaza y Cisjordania se iba a habilitar en las primeras horas del jueves, tal como estaba previsto, y que se iba a permitir también el cruce fronterizo de palestinos con permisos de trabajo.
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Soldados israelíes buscan a los terroristas que se fugaron de una prisión de máxima seguridad.
(AFP)
Aviv Kochavi, jefe de Estado Mayor de las FDI, afirmó que enviará refuerzos al operativo, con el objetivo de intensificar la búsqueda de los fugitivos y evitar posibles ataques terroristas en asentamientos judíos de Judea y Samaria.
Naftalí Bennett, primer ministro de Israel, convocó a importantes funcionarios del sistema de defensa para evaluar la situación y advertir sobre las derivaciones que podría arrastrar las revueltas de la Yihad Islámica en cárceles israelíes que se desataron durante el miércoles. Según la oficina del mandatario, “Israel está preparado para cualquier escenario”.
La Yihad Islámica emitió un comunicado sobre los motines en diversas prisiones israelíes. “Lo que está sucediendo en las cárceles es un crimen imperdonable, e Israel será responsable de las consecuencias. Convocamos a los palestinos a tomar las calles”, afirmó el grupo terrorista.
La convocatoria de la agrupación provocó focos de protestas y enfrentamientos con las FDI en Hebrón, Belén, Ramallah, Nablus, Jenín y otros puntos de Cisjordania. A cada manifestación asisten decenas y cientos de palestinos que respondieron al llamado de enfrentar a las fuerzas de seguridad.
