Solo cinco días, desde el jueves por la mañana hasta ayer, brindan una visión amplia de los extraordinarios desafíos de seguridad de Israel en cinco áreas diferentes: Irán, Siria, Cisjordania, Gaza y Jerusalem. Todos ellos son sensibles y requieren un tratamiento único en el uso de la fuerza y la inteligencia para cumplir con las tareas complejas.
Es tentador poner en primer lugar el ataque atribuido al Mossad en Irán, contra una instalación de investigación, desarrollo y producción de misiles para aviones suicidas. Pero el evento más importante, en lo que respecta a las FDI, es en realidad la conclusión del ejercicio conjunto con EE.UU. en el que participaron 6.500 comandantes y soldados de ambos ejércitos, el más grande hasta el momento.
El ejercicio mostró un resultado importante. Israel mejoró significativamente sus capacidades para atacar las instalaciones nucleares de Irán. Este desarrollo es importante porque los iraníes están más cerca que nunca de la bomba.
En paralelo, en los últimos días el Asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan y el jefe de la CIA William Burns visitaron Israel, y ayer llegó el Secretario de Estado Anthony Blinken, afirmando que “estamos de acuerdo en que Irán no debe obtener armas nucleares".
En el contexto militar iraní y del escenario regional, según los informes de la prensa internacional, Israel demuestra altas capacidades. Ataca dentro y fuera de Irán, o en Siria, en zonas muy lejanas. El ataque atribuido a Israel el sábado por la noche en Isfahan es un paso adelante en el uso de vehículos aéreos no tripulados. En este aspecto se recuerda un significativo ataque en marzo del año pasado a una fábrica de drones iraníes donde había más de un centenar de vehículos aéreos no tripulados.
Un día después, en el espacio de 15 horas, se inició una serie de ataques atribuidos a la fuerza aérea en el paso fronterizo entre Irak y Siria. Los objetivos: convoyes que contrabandeaban armas iraníes avanzadas a Siria. En una operación quirúrgica, con extraordinaria inteligencia, fueron atacados y destruidos los camiones.
Al mismo tiempo que la guerra abierta contra Irán en ese lugar, la guardia de combate del Estado Mayor incluye desde el jueves una operación exitosa en cooperación con el Shin Bet contra una célula terrorista en el campo de refugiados de Jenin. La Cúpula de Hierro interceptó el lanzamiento de cohetes desde Gaza utilizando y las FDI inmediatamente hicieron pagar un alto precio a Hamás atacando las instalaciones de producción de cohetes.
En el quinto escenario, Jerusalem, el establecimiento de seguridad, con la policía y el Shin Bet, enfrentó dos ataques graves. En uno de ellos fueron asesinadas siete personas. Este desafío de seguridad no otorga prestigio como los ataques en lugares distantes por parte de la Fuerza Aérea y el Mossad. Es aún más complejo debido a la dificultad de localizar y neutralizar a terroristas individuales que no son miembros de ninguna organización. Son incitados por materiales que se publican en las redes sociales y se proponen asesinar judíos.
El mes de enero que termina fue difícil para los palestinos. Contaron 35 muertos, la mayoría de los cuales estaban involucrados en el terrorismo. El deseo de venganza, sumado a las muchas armas encontradas en las calles, puede conducir a ataques adicionales y una ola de terrorismo que será tan difícil de enfrentar como el desafío iraní.