La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha pedido a Irán que libere a los presos políticos de ese país ante la importante propagación del COVID-19 en las prisiones.
En un comunicado, la expresidenta chilena ha declarado que es "muy importante" que Irán, el país de la región más afectado por la pandemia, incluya en sus directivas de puestas en libertad temporal de presos a abogados, ciudadanos extranjeros, defensores de derechos humanos y otros activistas detenidos.
Bachelet ha expresado su "preocupación" al ver que las medidas destinadas a reducir la propagación del virus en las cárceles han sido "utilizadas de forma discriminatoria contra este grupo de prisioneros".
También se ha mostrado muy preocupada por el caso particular de la abogada iraní Nasrin Sotoudeh, que puso fin en septiembre a 45 días de huelga de hambre por sus problemas de salud. "Pido a las autoridades que la liberen inmediatamente para que pueda ser tratada en su casa", declaró.
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Manifestación en reclamo de la liberación de la abogada Nasrin Sotoudeh en Francia en 2019.
(AFP)
En un país con unas cárceles ya de por sí "masificadas", el sistema padece unas "malas condiciones sanitarias" que aumentan el riesgo de estas personas de contraer el virus.
Como apunta la ONU, la escasez de agua, de productos de higiene y desinfectantes, sumada a los escasos medios de protección y kits de diagnóstico, así como a la falta de tratamientos médicos adecuados y de espacios de confinamiento, han provocado una preocupante propagación del virus en las cárceles iraníes y un número elevado de muertes.
