Los bombardeos israelíes del miércoles contra posiciones militares en el este de Siria no causaron "ninguna víctima", indicó este jueves la agencia iraní Fars, que cita a un adjunto al jefe de las operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución.
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), al menos 57 soldados y combatientes partidarios del régimen de Damasco murieron en esos bombardeos israelíes ocurridos el miércoles al amanecer.
Según esta ONG, se trató de los bombardeos más letales perpetrados por Israel desde el inicio de la guerra en Siria en 2011.
Los objetivos fueron depósitos de armas y posiciones militares en los alrededores de la ciudad de Deir Ezzor y en los desiertos de Bukamal y Mayadin, de acuerdo con el OSDH.
En estos bombardeos murieron 14 miembros de las fuerzas del régimen y 43 milicianos de grupos pro-iraníes, entre los que había 16 iraquíes y 11 afganos, pertenecientes a las Brigadas de los Fatimides, según el Observatorio.
"Mentiras y guerra mediática", replica Fars. La agencia cita a Ahad Karimjani, adjunto al jefe de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución, ejército de élite de la República islámica. Según él, "este ataque no causó ninguna víctima".
Irán, junto con Rusia, es el principal apoyo al gobierno de Bashar Al Assad. Está presente en Siria a través de lo que Teherán califica de "consejeros militares" encargados de formar a "voluntarios" extranjeros.
En Israel, un portavoz del ejército se negó a comentar informaciones sobre los bombardeos, registradas por el OSDH y confirmadas por la agencia oficial de prensa siria Sana.
Israel ha dicho en diversas ocasiones que no permitirá que Siria, país fronterizo, se convierta en una avanzadilla de las fuerzas iraníes.
