Al menos 15 combatientes respaldados por Irán murieron el martes en un bombardeo en el este de Siria, cerca de la frontera con Irak, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos con sede en el Reino Unido.
La operación llevada a cabo en la base Imam Ali, cerca de Al-Sekka y Al Bokamal en el área de Deir Ezzor, golpeó posiciones militares y depósitos de armas.
El ataque fue atribuido a Israel, aunque también Turquía operaba en el área y había lanzado ataques aéreos contra militantes.
El canal de noticias estadounidense, Fox News, informó la semana pasada que Irán está construyendo un depósito subterráneo de armas avanzadas en el área.
Nuevas imágenes del satélite de Image Sat International (ISI) del 12 de mayo, muestran excavadoras en la entrada de la estructura, que se estima que mide alrededor de 4.5 metros de ancho. ISI evaluó que el túnel puede adaptarse a vehículos que llevan sistemas de armas avanzados.
Anteriormente, el ejército israelí manifestó que había atacado posiciones militares sirias en el sur del país árabe.
El ataque se produjo después de que un grupo de terroristas intentara colocar un dispositivo explosivo cerca de la valla fronteriza para atacar a las tropas israelíes.
Israel expresó que considera al régimen sirio responsable de los actos de agresión que se originan dentro de Siria.