Siria confirmó el primer caso de coronavirus en el país. El anuncio se produjo luego de semanas en que el régimen de Assad negara las afirmaciones de la oposición de que el virus ya había llegado al país, cuyos hospitales e infraestructura acusan el deterioro de los últimos nueve años de guerra civil.
En las últimas semanas una serie de informes no oficiales fueron publicados en Siria sobre la aparición de pacientes infectados con coronavirus. El gobierno por su parte negó los trascendidos que lo acusaban de ocultar información al público.
El coronavirus ya se ha extendido por buena parte de Medio Oriente, especialmente en Irán, donde murieron hasta ahora 1.812 personas. Siria comienza ahora a detener sus actividades. Ayer Damasco anunció la cancelación del transporte público y el cierre de muchas escuelas, parques, restaurantes e instituciones públicas. También se detuvo el reclutamiento al ejército.
Bashar al-Ássad decidió conceder el indulto a algunos presos y acortar penas de prisión. Afirmó que en los próximos meses los desertores también serán indultados, todo para detener la propagación del coronavirus.
Esta mañana, los sirios se apresuraron a ir a los mercados, bancos y estaciones de servicio en Damasco. Las autoridades anunciaron que al mediodía se cerrarán los cruces fronterizos con Jordania y el Líbano. Los vuelos comerciales ya fueron cancelados en el Aeropuerto Internacional de Damasco y se dejarán de imprimir los periódicos estatales.
El sábado, el ejército sirio anunció que se prepara para la expansión del virus. Los hospitales militares están en alerta y se impusieron restricciones a los eventos multitudinarios, incluidas actividades militares y eventos deportivos.
Trabajadores de la ONU y representantes de organizaciones humanitarias temen que la propagación del coronavirus en Siria tenga consecuencias particularmente graves. Los equipos médicos en el noroeste del país, en regiones que aún están bajo control rebelde, temen que el virus se propague por los campos de refugiados, donde viven decenas de miles de personas que huyeron de sus hogares a causa de los bombardeos de fuerzas sirias y rusas.