El jefe judicial ultraconservador, Ebrahim Raisi, es visto como uno de los favoritos, después de que el Consejo descalificara al conservador moderado Ali Larijani
Los candidatos presidenciales reformistas y ultraconservadores de Irán intercambiaron acusaciones el sábado por la crisis económica del país durante el primer debate preelectoral transmitido en vivo por televisión.
Los iraníes están listos para elegir al sucesor del presidente Hassan Rouhani el 18 de junio en medio de un descontento generalizado por una profunda crisis económica y social causada por la reimposición de las sanciones estadounidenses después de que el país norteamericano se retirara del acuerdo nuclear de 2015.
El Consejo de Guardianes de Irán, dominado por los conservadores, aprobó a siete candidatos, cinco ultraconservadores y dos reformistas, para postularse a las próximas elecciones.
El jefe judicial ultraconservador, Ebrahim Raisi, es visto como uno de los favoritos, después de que el Consejo descalificara al conservador moderado Ali Larijani.
El sábado, los candidatos ultraconservadores pidieron al candidato reformista Abdolnasser Hemmati, quien es el gobernador del Banco Central del país, que asuma la responsabilidad de la crisis.
"Señor Hemmati, su gobierno fue catastrófico, está sentado aquí como representante del señor Rouhani", dijo Mohsen Rezai, exjefe de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Rouhani es el principal arquitecto iraní del acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales.
En el año 2018, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retiró del acuerdo y reimpuso las sanciones a la República Islámica.
"La inflación es uno de los problemas serios que enfrenta la gente hoy. El precio de los productos básicos ha subido considerablemente"
Ebraim Raisi, candidato ultraconservador a la presidencia de Irán
Las potencias mundiales se han reunido en Viena desde principios de abril en un intento por reactivar el acuerdo.
El reformista Hemmati, en cambio, apuntó al plan económico de sus adversarios ultraconservadores, diciendo que sus promesas de ayuda financiera directa masiva eran "irrealizables".
También los acusó de socavar las relaciones internacionales de Irán y evitar que el país se beneficiara del acuerdo nuclear.
El ultraconservador Raisi, que obtuvo el 38% de los votos en las elecciones presidenciales de 2017, evitó enfrentamientos directos con los reformistas.
"La inflación es uno de los problemas serios que enfrenta la gente hoy. El precio de los productos básicos ha subido considerablemente", dijo, y agregó que la "deshonestidad de ciertos funcionarios" era una de las principales preocupaciones del pueblo iraní.
Los medios iraníes han expresado su preocupación en las últimas semanas por el riesgo de una baja participación de votantes.
El 57% de los iraníes no participó en las elecciones parlamentarias en febrero del año pasado, en las que miles de candidatos, muchos de ellos moderados y reformistas, no pudieron presentarse. La baja participación en los comicios significó un récord histórico para la República Islámica.
Están previstos más debates televisados para el martes y el sábado.