El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se refirió al legado otomano en Jerusalem en su discurso del jueves ante legisladores turcos. “Jerusalem es nuestra”, expresó.
El discurso de Erdogan sobre la influencia del pueblo turco sobre la capital de Israel, Jerusalem, se produjo en la apertura de una nueva sesión legislativa en el Parlamento de Turquía.
"En esta ciudad, que tuvimos que abandonar llorando durante la Primera Guerra Mundial, todavía es posible encontrar rastros de la resistencia otomana", proclamó el líder turco.
El discurso incluyó un segmento sobre la difícil situación de los palestinos, quienes, según Erdogan, ahora están "ocupados" a pesar de haber vivido en Jerusalem durante "miles de años".
Haber sido capaces de "expresar los derechos del pueblo palestino oprimido en todas las plataformas disponibles fue un honor para la nación turca”, dijo Erdogan.
El Imperio Otomano controló Jerusalem desde 1516 hasta 1917, cuando fue invadida por las tropas británicas. A partir de entonces, el Reino Unido administró la ciudad bajo el mandato de la Liga de Naciones durante varias décadas, hasta que en 1948, las tropas británicas se retiraron de la capital del naciente Estado judío.
Los judíos, por su parte, están vinculados con la ciudad con una historia que se remonta a miles de años atrás, confirmada por tesoros de evidencia arqueológica y textual.