Irán anunció el lunes 337 nuevas muertes por el nuevo coronavirus, una cifra récord en el país de Oriente Medio más afectado por la pandemia de COVID-19.
"En los últimos días, hemos sido testigos de un incremento sin precedentes de la mortalidad por la enfermedad", indicó la portavoz del Ministerio de Salud, Siman Sadat Lari, en declaraciones en televisión.
Según los datos oficiales, 30.712 iraníes fallecieron por el coronavirus desde que el 19 de febrero se anunciaron los primeros decesos en ese país.
Las cifras de muertos diarios no pararon de aumentar desde principios de septiembre en Irán, donde el miércoles pasado ya se había registrado un récord con 279 fallecidos.
Según Sadat Lari, la degradación de la situación "es el resultado de una negligencia en el respeto de los protocolos sanitarios, de la reducción del uso de mascarillas y (...) de comportamientos sociales peligrosos en las últimas semanas".
La República Islámica detectó 4.251 nuevos positivos en las últimas 24 horas, lo que eleva el número total de personas contagiadas a 534.631.
Para frenar la pandemia, las autoridades iraníes restringieron durante tres días a finales de la semana pasada los desplazamientos de los habitantes de las cinco localidades más pobladas, entre ellas la capital Teherán.
