Michelle Bachelet, expresidenta de Chile y Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, denunció el viernes que las partes en conflicto en Siria aprovechan la pandemia de coronavirus para perpetrar ataques contra civiles.
"Diversos actores del conflicto en Siria, ISIS incluido, parecen aprovechar el hecho de que la atención del mundo se centra en la pandemia para reagruparse y ejercer actos violentos contra la población", acusó Bachelet en un comunicado en el que dice temer "una bomba de efecto retardado que no puede ser ignorada".
La ONU registró 33 ataques con artefactos explosivos desde principios de marzo, 26 de ellos en zonas residenciales y siete en mercados. Casi todos en puntos del norte y el este del país, zonas controladas por el ejército turco o las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dominadas por los kurdos.
La mayoría de estos ataques no fueron reivindicados. El 28 de abril, 51 personas, 29 de ellas civiles, murieron en un atentado con un camión-cisterna cargado de explosivos en un mercado en Afrin, una ciudad del norte del país controlada por el ejército turco y sus apoyos sirios, según el comunicado de Bachelet.
La guerra en Siria estalló en 2011 y dejó hasta ahora un trágico saldo de más de 380.000 muertos y varios millones de desplazados.
"Incontables familias se han visto traumatizadas, muchas ciudades, pueblos y casas están destruidos", lamentó Bachelet, uniéndose al llamado del secretario general de la ONU Antonio Guterres, para que se declare un alto el fuego.
"Pido a todos los que continúan enfrentándose, matando y forzando la huida de los sirios, que se retiren y den una oportunidad a la paz", pidió Bachelet.