Este miércoles, una semana después de que partidarios de Donald Trump irrumpieran en el Congreso de los Estados Unidos, la Cámara de Representantes, con 232 votos a favor y 197 en contra, aprobó el juicio político contra el primer mandatario por "incitar una insurrección". Un total de diez republicanos se unieron a los demócratas en la decisión y, de este modo, el magnate se convirtió en el primer presidente en la historia en ser acusado dos veces por la cámara baja.
Si bien sólo restan seis días para que finalice el mandato de Trump (Joe Biden asume el próximo 20 de enero) y Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, ya adelantó que no convocará una sesión de emergencia, los demócratas seguirán adelante con el impeachment para intentar prohibir una futura candidatura del nacido en Nueva York. Sucede que la cámara alta del Congreso se encuentra en receso hasta el 19 de enero, por lo que no darán los tiempos para que Trump sea destituido antes de que termine su período presidencial.
Aún así, los legisladores del Partido Demócrata no bajarán los brazos. Todavía hay mucho en juego. Cuando Nancy Pelosi, presidenta de la cámara baja del Congreso, decida girar al Senado el proyecto en cuestión, se tendrá en cuenta el artículo 3 de la 14ª Enmienda de la Constitución, que impediría que Trump vuelva a ocupar otro cargo federal.
“No podrá ser senador ni representante en el Congreso, ni electo presidente o vicepresidente, ni ocupar cargo alguno, civil o militar quien, habiendo jurado previamente apoyar la Constitución de los Estados Unidos, haya participado en una insurrección o rebelión contra la misma, o haya prestado ayuda o consuelo a los enemigos de la misma”, dictamina la Carta Magna norteamericana.
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Tropas de la Guardia Nacional custodian el Capitolio mientras se lleva a cabo la sesión.
(AFP)
Tras los disturbios de la semana pasada, Washington quedó en estado de alerta. De hecho, mientras los legisladores discutían el juicio político, las tropas de la Guardia Nacional y la policía se encontraban estacionadas alrededor del Capitolio para brindar seguridad.
Los políticos debatieron en el mismo lugar donde, hace seis días, se escondieron bajo sus escritorios mientras los manifestantes se enfrentaban con la policía en los pasillos del Congreso. "Estamos estudiando esta medida en la escena del crimen", afirmó el representante demócrata Jim McGovern al inicio de la sesión. Y agregó: "Este fue un ataque contra nuestro país organizado e incitado por Donald Trump".
"El presidente de los Estados Unidos incitó la insurrección, esta rebelión armada contra nuestro país. Debe irse. Es un peligro claro y presente para la nación que todos amamos", pronunció Pelosi, por su parte.
De espaldas ante el líder
A pesar de que el lunes Mike Pence, todavía vicepresidente de los Estados Unidos, rechazó invocar la 25° Enmienda para remover a Donald Trump de su cargo (bajo una sección de la misma, el vicepresidente y la mayoría del Gabinete pueden declarar al presidente inhabilitado para dirigir el país), hay claras señales de que la influencia del magnate sobre el Partido Republicano ha comenzado a desmoronarse y muchos miembros de este sector político le han soltado la mano. De hecho, diez legisladores republicanos (incluida Liz Cheney, una de las más influyentes) votaron a favor del impeachment.
"Nunca ha habido una traición mayor por parte de un presidente de los Estados Unidos a su cargo y su juramento a la Constitución", declaró Cheney, hija del ex vicepresidente Dick Cheney, a través de un comunicado. “Trump convocó a esta turba y encendió la llama de este ataque”, agregó.
"No estoy eligiendo un bando, estoy eligiendo la verdad", dijo el también republicano Jamie Herrera Beutler al anunciar su apoyo al juicio político, provocando el aplauso de los demócratas. "Es la única forma de vencer el miedo", añadió.
Los líderes republicanos de la cámara baja se abstuvieron de instar a sus miembros a votar en contra del juicio político a Trump, alegando que se trata de una cuestión de conciencia individual. Aquellos que se opusieron a la campaña de juicio político argumentaron que los demócratas están yendo demasiado lejos, ya que el nacido en Nueva York está a punto de dejar el cargo. “Buscan cancelar a cualquier persona con la que ustedes no están de acuerdo", exclamó el representante republicano Jim Jordan, uno de los más acérrimos defensores del trumpismo.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insta a sus partidarios a marchar hacia el Congreso.
(Reuters)
El anterior intento de juicio político contra Trump fue a finales de 2019 e inicios de 2020, cuando fue acusado, junto a otros altos funcionarios, de presionar a líderes de Ucrania para que investigaran a Joe Biden, y a su hijo Hunter, por actividades empresariales supuestamente ilegales. El juicio concluyó el pasado 5 de febrero, tras la absolución en el Senado de los dos cargos de los que se le acusaba.
Jamás un presidente de Estados Unidos ha sido destituido de su cargo mediante un impeachment. Bill Clinton en 1998 y Andrew Johnson en 1868 fueron previamente acusados por la cámara baja, pero también absueltos por la alta.
