El líder de la Liga Árabe expresó el lunes la esperanza de que la administración del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, cambie las políticas de Donald Trump y lance un proceso político apoyado por gobiernos del Medio Oriente y de todo el mundo para lograr la independencia de los palestinos.
Ahmed Aboul Gheit, secretario general de la organización de 22 miembros, manifestó al Consejo de Seguridad de la ONU que una solución de dos Estados al conflicto israelí-palestino de décadas de antigüedad "ha sido marginada por el principal mediador en el proceso de paz", en referencia a Estados Unidos.
"Esto alentó al gobierno israelí a intensificar sus construcciones en los asentamientos y a amenazar con tomar medidas peligrosas y destructivas como anexarse tierras ocupadas", agregó.
El líder de la Liga Árabe abordó el conflicto israelí-palestino en una amplia sesión informativa sobre las crisis y conflictos en el Medio Oriente.
También se refirió sin nombrarlo a Irán, señalando que "algunas potencias regionales están interfiriendo en los asuntos de la región árabe", afectando negativamente "la seguridad de las rutas de navegación marítima internacional que son un salvavidas para el comercio internacional", expresó en referencia a la libertad de navegación en el Golfo Pérsico.
"También se ha hecho evidente que esta interferencia perpetúa los conflictos existentes y los complica aún más", indicó, sin citar directamente el apoyo de Irán al presidente sirio Bashar al-Assad, a los rebeldes chiítas hutíes de Yemen y a Hamás, que controla la Franja de Gaza.
Aboul Gheit dijo que la pandemia de COVID-19 y los conflictos y crisis en curso han creado "una combinación peligrosa que ha cobrado un alto precio en los pueblos de la región", señalando diez años de guerra civil en Siria, la guerra de Yemen entrando en su séptimo año y "divisiones arraigadas en Libia".
Habló un día después de que las autoridades israelíes adelantaran planes para construir casi 800 viviendas en los asentamientos de Cisjordania, en una oleada de aprobaciones de última hora antes de que Trump deje el cargo el miércoles y Biden asuma como el 46° presidente de Estados Unidos. Los líderes palestinos denunciaron la medida israelí.
Los palestinos reclaman toda Cisjordania, capturada por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967, como parte de un futuro Estado independiente. Aseguran que la creciente población de colonos, que se acerca a unas 500.000 personas, hace que sea cada vez más difícil lograr su sueño de independencia.
Aboul Gheit sostuvo que todas las partes deben realizar "esfuerzos significativos" en los próximos meses para reafirmar la solución de dos Estados.
“Esperamos que la nueva administración estadounidense rectifique las políticas y procesos que no son útiles y participe en un proceso político fructífero con el apoyo de influyentes autoridades regionales e internacionales”, dijo. "Esto le daría al pueblo palestino una esperanza renovada de que la comunidad internacional estaría a su lado en su noble aspiración de lograr la libertad y la independencia", añadió.
Sobre Siria, Aboul Gheit manifestó que cinco países están interfiriendo militarmente y que "la situación de seguridad sigue siendo tumultuosa y precaria, especialmente en el noroeste, noreste y sur". Esto no solo socava las perspectivas de un acuerdo político, sino que también tiene repercusiones humanitarias igualmente graves, ya que el 90% de los sirios viven en la pobreza, indicó.
"Estoy convencido de que una solución genuina comenzaría con un nivel mínimo de consenso internacional, que aún falta", y requeriría que algunos país de la región reduzcan su interferencia en Siria, expresó Aboul Gheit. “Esos países continúan viendo a Siria como un botín de guerra o lo utilizan para ajustar cuentas”, agregó.
Respecto de Yemen, el líder de la Liga Árabe afirmó que la situación "es igualmente peligrosa, especialmente la situación humanitaria", con algunos yemeníes al borde de la inanición.
Respaldó enérgicamente los esfuerzos del enviado especial de la ONU, Martin Griffiths, para lograr un acuerdo entre los hutíes y el gobierno reconocido internacionalmente sobre una declaración conjunta para alcanzar un alto el fuego y medidas de fomento de la confianza. Agregó que el acuerdo negociado por Arabia Saudita sobre un nuevo gabinete "es una señal positiva de que la fragmentación y la división están llegando a su fin", lo que "allana el camino para las negociaciones sobre una solución integral".
En cuanto a Libia, Aboul Gheit dijo que los acontecimientos recientes "podrían acercarnos a poner fin a la división en este importante país árabe".
Después del derrocamiento y el asesinato del dictador Moammar Gadhafi en 2011, Libia, rico en petróleo, se dividió entre administraciones rivales en el este y el oeste, cada una respaldada por una serie de milicias y potencias extranjeras. Las partes en conflicto acordaron un alto el fuego mediado por la ONU en octubre, un acuerdo que incluía la salida de las fuerzas extranjeras y los mercenarios en un plazo de tres meses y la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias el 24 de diciembre de 2021.
Aboul Gheit instó a la implementación del acuerdo de alto el fuego, así como a poner fin al reclutamiento de combatientes extranjeros y a detener los envíos de armas y equipo militar a Libia.