Las facciones palestinas rivales que se reúnen en Argel para las conversaciones mediadas por el gobierno argelino, acordaron el jueves resolver 15 años de discordia a través de elecciones que se celebrarán dentro de un año, informaron funcionarios palestinos y argelinos.
Sin embargo, había escepticismo respecto de que se produjeran cambios concretos después de que tales promesas anteriores de elecciones no se materializaran.
Los líderes de 14 facciones, incluido el movimiento Fatah del presidente Mahmoud Abbas y el grupo islamista Hamas, sostuvieron dos días de conversaciones en el período previo a una cumbre árabe en Argel el próximo mes.
Bajo el acuerdo, que se anunciará formalmente en breve, las partes prometieron "acelerar la celebración de elecciones presidenciales y legislativas en todos los territorios palestinos, incluida Jerusalem" en el plazo de un año, según los funcionarios.
También reconoció a la Organización para la Liberación de Palestina, de la que Abbas es el jefe, como el único representante del pueblo palestino, que convoca a elecciones para su consejo nacional dentro de un año.
Desde 2007 las divisiones políticas han debilitado las aspiraciones palestinas de promover su causa de estadidad y han impedido las elecciones presidenciales y parlamentarias desde que se emitieron los votos por última vez en 2005 y 2006.
La victoria legislativa de Hamas sentó las bases para la ruptura política. El grupo islamista, enemigo de Israel, tomó el control de la Franja de Gaza en 2007, mientras que la Autoridad Palestina se mantuvo dominante en Cisjordania, con Abbas en el poder.
En los territorios palestinos, la población ha observado con poco optimismo las conversaciones en Argelia, dudan de que se generen cambios, en tanto que fuentes familiarizadas con las negociaciones dijeron que las delegaciones no habían logrado ponerse de acuerdo sobre la formación de un gobierno de unidad.
El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, quiere aprovechar la cumbre de la Liga Árabe del próximo mes, la primera desde antes de la pandemia de COVID-19, para consolidar el lugar de su país como un peso pesado regional. Ha mantenido conversaciones durante meses con facciones palestinas para allanar el camino para un acuerdo.
La renovada demanda de petróleo y gas argelino, y el fin de las protestas callejeras masivas que sacudieron al país entre 2019 y 2020, han reforzado su confianza en el escenario internacional.
Sin embargo, su disputa en curso con el vecino Marruecos, que ha estallado en las relaciones de ambos países con los principales estados europeos, ha eclipsado el período previo a la cumbre.
