Irán prometió el viernes lidiar "decisivamente" con las protestas por las dificultades económicas, un día después de que las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes en la ciudad de Behbahan, en el suroeste del país.
Los gobernantes clericales de Irán han tratado de evitar un resurgimiento de las protestas antigubernamentales de noviembre pasado, cuando se cree que más de 1.000 personas fueron asesinadas en la violencia callejera más mortal desde la revolución islámica de 1979. Teherán informó que solo 225 personas fueron asesinadas, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad.
El martes, el poder judicial dictaminó que las condenas a muerte de tres hombres involucrados en esos disturbios habían sido confirmadas, lo que provocó un aumento del malestar.
En un comunicado, la policía instó a la gente a "abstenerse de cualquier reunión que pueda servir de pretexto para el movimiento contrarrevolucionario", acusando a los "enemigos" de provocar descontento.
"La fuerza policial tiene el deber inherente y legal de lidiar decisivamente con estos movimientos desesperados", agrega el comunicado.
Los videos publicados en las redes sociales desde Irán el jueves mostraron a los manifestantes cantando: "¡No temas, no temas, estamos juntos en esto!". Algunos corearon consignas contra altos funcionarios.
Los videos publicados en Twitter mostraron una fuerte presencia de las fuerzas de seguridad en varias ciudades.
“La gente está enojada. La economía es tan mala que no podemos sobrevivir", mencionó un hombre iraní desde Teherán el jueves, pidiendo no ser identificado por motivos de seguridad.
Los disturbios del año pasado comenzaron con protestas por dificultades económicas, pero se volvieron políticos, y los manifestantes exigieron que los altos funcionarios renunciaran.
Irán siempre ha culpado a Estados Unidos e Israel por los disturbios internos.
La economía, que ya ha sido duramente afectada por las sanciones de Estados Unidos, se ha deteriorado aún más en los últimos meses como resultado de la crisis del coronavirus.