Tres fuentes diplomáticas de la Unión Europea (UE) manifestaron el lunes que Francia está instando a otros integrantes del organismo a amenazar a Israel con llevar a cabo una respuesta contundente si el Estado Judío decide anexar partes de Judea y Samaria.
Según Reuters, Bélgica, Irlanda y Luxemburgo también plantearon la posibilidad de aplicar sanciones económicas durante una reunión mantenida el viernes por ministros de Relaciones Exteriores europeos.
Los diplomáticos europeos no han revelado qué medidas planean tomar las empresas de la UE para disuadir a Israel de anexar asentamientos de Judea y Samaria. Sin embargo, en caso de que Jerusalem decida avanzar con la medida, los gobiernos europeos deben comunicarse con la Comisión Europea y el SEAE, el departamento responsable de la política exterior de la UE, para proporcionarles una lista de posibles sanciones contra el Estado judío.
Los 27 integrantes de la UE se dividen en tres grupos respecto de sus posiciones sobre Israel. Una cuarta parte de ellos es muy crítica de Israel. Algunos de estos países son Francia, Suecia, Luxemburgo, Bélgica, Irlanda y España. Se estima que estos Estados apliquen duras sanciones en caso de que Israel decida llevar a cabo la anexión.
Una lista de países que incluye a Bulgaria, Rumania, República Checa, Hungría y Austria (otra cuarta parte de los integrantes del organismo europeo) son considerados como amigos cercanos de Israel y se oponen a las sanciones. En tanto que para el resto de los países, la mitad de la UE, el apoyo al Estado judío depende del asunto abordado. Algunos de estos Estados se consideran cercanos a Israel, o incluso amigos, pero en lo que respecta al derecho internacional, no estarían dispuestos a aceptar la anexión, a pesar de que no respaldarían la imposición de sanciones severas.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que los 27 países de la UE tienen que alcanzar un acuerdo respecto de cualquier sanción de la organización. Un portavoz de la UE se negó a brindar detalles sobre las discusiones internas de los gobiernos europeos, pero señaló que "la anexión es contraria al derecho internacional, y si la la misma se lleva a cabo, la organización actuará en consecuencia".
Uno de los diplomáticos involucrados en el debate declaró a Reuters que "existe una clara necesidad de analizar cuál es el significado de la anexión en el contexto del derecho internacional, y tenemos que saber cuáles son nuestras opciones". Y agregó: “También debemos advertir sobre cuáles serán exactamente las consecuencias de la anexión, especialmente para detener la medida".
El ministro de Relaciones Exteriores de la UE, Josep Borrell, es el funcionario que está presionando para que las sanciones contra Israel se lleven a cabo. Desde hace muchos años, el ministro europeo mantiene una clara posición antiisraelí. En los últimos meses, Borrell instó a los países que integran la organización para que adviertan a Israel de que una anexión no se quedará sin respuesta. Sin embargo, sus dos intentos de aprobar esta decisión fracasaron por la oposición de los países cercanos a Israel. Borrell también fue uno de los funcionarios que lideró los esfuerzos para lograr que España reconozca a Palestina como Estado.
En el pasado, Borrell había manifestado que la UE debe acostumbrarse al hecho de que Irán quiere destruir a Israel, señalando que Europa debe aprender a vivir con esa realidad. "No somos niños, tenemos perspectivas, intereses y estrategias, y seguiremos trabajando con Irán", dijo en aquella oportunidad. "La República Islámica quiere destruir a Israel, no es nada nuevo; hay que vivir con eso", añadió.
El funcionario también había expresado que los enfrentamientos entre el Ejército y terroristas en la frontera con Gaza "reflejan la deshumanización de los palestinos por una gran parte de la sociedad israelí".
Borrell está a cargo del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), que suele ser muy crítico de Israel, y presiona para implementar medidas contra la construcción en los asentamientos de Judea y Samaria. Este organismo también publicó directivas para que los países europeos puedan marcar los productos israelíes que fueron producidos en los asentamientos.
Además, después del acuerdo alcanzado entre el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el líder de Kajol Labán, Benny Gantz, Borell manifestó que "la UE toma nota del acuerdo político que podría allanar el camino para el establecimiento de un gobierno en Israel. Y la posición de la UE sobre el estatus de los territorios ocupados por Israel en 1967 no ha cambiado. La organización no reconoce la soberanía israelí en la Cisjordania ocupada".