Los iraníes comenzaron a votar este viernes, sin gran entusiasmo, para elegir a un nuevo presidente, en un proceso que tiene al ultraconservador Ebrahim Raisi como gran favorito. El guía supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, emitió en Teherán el primer voto.
Cerca de 60 millones de personas están habilitadas para votar hasta la medianoche local (19H30 GMT), en un proceso electoral que podría extenderse hasta dos horas más y cuyos resultados se conocerán en la mañana del sábado, según las autoridades locales.
El horario en que estarán abiertas las urnas fue ampliado con la intención de que la mayor cantidad de personas puedan votar, después de tres semanas de campañas apáticas. Sucede que, según los pocos sondeos disponibles, la abstención podría llegar a un nivel inédito y superar el 57%.
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Una iraní pasa entre dos afiches del candidato presidencial Ebrahim Raisi, el 17 de junio de 2021 en Teherán.
(AFP)
Pocos afiches electorales se observan en la capital de Teherán, y los que hay muestran el rostro austero de Raisi con su habitual turbante negro. Este ultraconservador de 60 años, jefe de la Autoridad Judicial, no tiene rivales de peso tras la descalificación de sus principales adversarios políticos.
En mayo, el órgano no electo encargado de controlar las presidenciales autorizó la participación de siete candidatos. Sin embargo, solo cuatro quedaron llegaron a la contienda, luego de que tres desistieran de participar el miércoles pasado y dos llamaran a votar por Raisi.
Ante los llamados en redes sociales a boicotear la votación, Alí Jamenei pidió el miércoles a sus compatriotas a participar masivamente en el escrutinio para elegir un "presidente fuerte".
Sin poder real
Los rivales de Raisi son un diputado poco conocido, Amirhosein Ghazizadeh-Hachémi; un excomandante en jefe de los Guardianes de la Revolución, el general Mohsen Rezai; y un tecnócrata, Abdolnaser Hemati, expresidente del Banco Central. Este último es considerado el único reformista en la contienda.
"Yo amo a mi país, pero no acepto a estos candidatos", declaró a AFP Abolfazi, un herrero sexagenario que defendió la Revolución Islámica de 1979, pero que actualmente se dice decepcionado de las opciones políticas que se ofrecen. En Irán, el presidente tiene autoridad limitada, ya que el poder real está en manos del guía supremo, Alí Jamenei.
Una opinión frecuentemente escuchada en las calles es que la elección está decidida de antemano y que fue organizada para asegurar la victoria de Raisi, algo que las autoridades niegan. "Por primera vez desde la fundación de la República Islámica, la elección del presidente se hará sin una verdadera competencia", escribió el exembajador de Francia Michel Duclos, en el blog del Instituto Montaigne.
El gobernante saliente, el moderado Hassan Rouhani, no pudo postularse de nuevo después de dos mandatos consecutivos de cuatro años. Su gestión se vio manchada por el golpe a su política de apertura, luego de que Estados Unidos se retirara en 2018 del acuerdo nuclear iraní, firmado tres años antes en Viena.
