Hassan Nasrallah, secretario general y líder de Hezbollah, advirtió el miércoles contra el permiso otorgado para que se realice la Marcha de las Banderas en el Día de Jerusalem, que deberá pasar a través de la Puerta de Damasco de la capital y el Barrio Musulmán. Para Nasrallah esto constituye una provocación que podría ocasionar "una gran explosión".
"Nuestro mayor temor es que los manifestantes entren en el complejo de la Mezquita de al-Aqsa y lo dañen", dijo durante un discurso en el Día de la Liberación del Líbano, que marca la retirada de Israel del sur del Líbano en el año 2000.
"Quiero decirle al gobierno israelí y a todos los involucrados: cualquier daño a al-Aqsa y la Cúpula de la Roca conducirá a una gran explosión en la región. Esta es una provocación contra todos los pueblos árabes y musulmanes", señaló.
Además, describió a los manifestantes como "colonos" y "fanáticos extremistas" y agregó que "los sionistas saben que no están en condiciones de caminar esta distancia" ya que "tienen sus propias crisis".
El líder de Hezbollah también se burló de Israel por un incidente en el que los operadores del sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro dispararon interceptores contra un avión no tripulado israelí, y casi lo derriban. "Hace unos días, vimos el incidente con el dron. Todo esto en alerta máxima... y aún así identificaron mal el dron. Pensaron que era de Hezbollah, y descubrieron que era suyo. Esta es la realidad del enemigo", dijo.
"Desde 1948, Israel no ha sido tan débil como lo es ahora, especialmente en sus asuntos internos. Por lo tanto, el gobierno enemigo no debe tomar ninguna medida que pueda ser destructiva para la entidad sionista y amenazar su existencia", agregó Nasrallah.
Como parte de las celebraciones del Día de la Liberación, varias docenas de libaneses se manifestaron cerca de la valla fronteriza norte. Según los informes libaneses y las FDI, las fuerzas israelíes emplearon medidas de control de disturbios en el lugar. No hubo informes de bajas en ninguno de los lados.
Durante su discurso en el Día de la Liberación del año pasado, Nasrallah se veía enfermo y débil y tosió durante todo el evento de 90 minutos. Advirtió que la tensa situación en Jerusalem en ese momento podría desencadenar una guerra regional. Señaló al inicio de su discurso en ese momento que había desaparecido durante dos semanas debido a una enfermedad, pero hasta donde se sabe no contrajo COVID-19.
Más temprano el miércoles, el comisionado de policía Yaakov Shabtai ordenó alerta máxima en Jerusalem y otras ciudades con poblaciones mixtas judío-árabes antes de la marcha nacionalista.
Según la orden, más de 3.000 agentes de policía serán desplegados en Jerusalem y cientos más en ciudades mixtas, ya que la policía teme que la violencia pueda encenderse en una repetición del Día de Jerusalem del año pasado, cuando las altas tensiones finalmente culminaron en violentos disturbios por motivos raciales en todo el país y un conflicto de 11 días en la Franja de Gaza.
