Antes de Navidad, una imponente pantalla de madera, una vez ennegrecida con hollín de las velas de millones de fieles, está siendo restaurada a su gloria dorada en la Iglesia de la Natividad, construida en el sitio donde muchos creen que nació Jesús. Pero se espera que pocos visitantes lo vean durante la próxima temporada navideña.
La Belén bíblica ha luchado por subsistir desde el inicio de la pandemia de coronavirus, hace casi dos años. La Navidad es normalmente la temporada alta para el turismo en el lugar de nacimiento tradicional de Jesús, ubicado en Cisjordania y bajo control de Israel. En tiempos previos a la pandemia, miles de peregrinos y turistas de todo el mundo celebraron en la Iglesia de la Natividad y la adyacente Plaza del Pesebre.
4 צפייה בגלריה
Turistas visitan la Iglesia de la Natividad, en Belén, Cisjordania, y observan una de las arañas que fueron restauradas.
(AP)
Israel reabrió sus fronteras a los turistas vacunados a principios de este mes, pero se espera que relativamente pocos viajen a Belén esta temporada navideña, y no tantos como en el año récord que precedió a la pandemia. La mayoría de los turistas que visitan Belén vuelan a Israel, ya que Cisjordania no tiene un aeropuerto.
Muchos de los hoteles de Belén han cerrado y los comerciantes han luchado por mantenerse a flote. Aladdin Subuh, un comerciante cuya tienda se encuentra justo al final de Manger Square, señaló que sólo abre sus puertas para ventilar la tienda.
"Es casi Navidad y no hay nadie. Imagínese eso", contó, encuestando a los pocos transeúntes con la esperanza de ver a un extranjero en busca de un recuerdo. "Durante dos años, no hay negocio. Es como morir lentamente".
Aunque la pandemia ha arruinado la otrora próspera industria turística de Tierra Santa para israelíes y palestinos por igual, para Belén, dependiente del turismo, el impacto ha sido especialmente severo. Israel, la principal puerta de entrada para los turistas extranjeros, había prohibido la entrada a la mayoría de los visitantes extranjeros durante el último año y medio.
4 צפייה בגלריה
Trabajadores palestinos preparan un árbol de Navidad en la plaza adyacente a la Iglesia de la Natividad.
(AP)
Poco más de 30.000 turistas ingresaron a Israel en la primera quincena de noviembre, en comparación con los 421.000 en noviembre de 2019, según el Ministerio del Interior de Israel.
El gobierno autónomo palestino, que administra enclaves autónomos en Cisjordania, sólo ha brindado apoyo limitado, en forma de exenciones de impuestos y programas de capacitación, a hoteleros, operadores turísticos y guías turísticos, señaló Majed Ishaq, director de Marketing del Ministerio de Turismo palestino. Agregó que el ministerio estaba lanzando una campaña para alentar a los ciudadanos palestinos de Israel a visitar Belén y otras ciudades de Cisjordania durante la temporada navideña. Espera que el número de turistas extranjeros sea del 10% al 20% de las cifras previas a la pandemia.
Otros no son tan optimistas. "No creo que el turismo regrese muy pronto", expresó Fadi Kattan, un chef y hotelero palestino en la Ciudad Vieja de Belén. La pandemia lo obligó a cerrar su casa de huéspedes siria Hosh en marzo de 2020, y durante esos meses tuvo que dejar ir a su personal.
Contó que no era ni financiera ni prácticamente factible reabrir antes de Navidad, particularmente a la luz de una nueva ola de infecciones por coronavirus que se extiende por toda Europa. Dijo que tomará años recuperarse del "impacto compuesto de la pandemia durante dos años" en la economía de Belén, desde hoteles y restaurantes hasta los agricultores, tiendas de comestibles y tintorerías que dependían de sus negocios.
4 צפייה בגלריה
Turistas posan para una foto apoyadas en columnas restauradas de la Iglesia de la Natividad.
(AP)
"Para reabrir con seguridad necesitamos ver que hay una perspectiva a largo plazo", dijo.
En un día reciente en la Iglesia de la Natividad, la joya turística de Belén, un grupo solitario de turistas italianos entró en la basílica del siglo 6 que en años antes de COVID-19 tendría una fila que se extendía por la puerta. Los trabajadores municipales comenzaban a encadenar las luces navideñas detrás de ellos en la Plaza del Pesebre.
La iglesia se ha sometido a un lavado de cara multimillonario desde 2013, que fue organizado por un comité palestino. Ha restaurado mosaicos de baldosas de oro y pisos de mármol y ha realizado importantes reparaciones estructurales en el sitio del patrimonio de la UNESCO, una de las iglesias más antiguas de la cristiandad.
Queda trabajo adicional por hacer, comentó Mazen Karam, director de la Fundación de Desarrollo de Belén, el grupo que encabeza algunas de las restauraciones en la iglesia. La empresa ya ha costado 17 millones de dólares, pero Karam dijo que se necesitan 2 millones adicionales para renovar las losas de la iglesia e instalar sistemas de extinción de incendios y microclima.
Un proyecto separado de la Iglesia Ortodoxa Griega para renovar el iconostasio una vez incrustado en hollín, una pantalla de madera de finales del siglo XVIII que separa el santuario de la nave del edificio se retrasó por el brote de coronavirus, pero ahora está a punto de completarse antes de Navidad, después de tres años de trabajo minucioso.
4 צפייה בגלריה
Una sección de un mosaico restaurado adorna la Iglesia de la Natividad, en la ciudad cisjordana de Belén.
(AP)
"Es un gran desafío", expresó Saki Pappadopoulos, tallador de madera de Artis, una compañía de restauración griega que lidera el proyecto. Pero el padre Issa Thaljieh, un sacerdote ortodoxo griego en la Iglesia de la Natividad, sigue siendo optimista antes de la temporada navideña.
"Gracias a Dios, un poco día a día podemos ver más grupos que vienen a Belén, no quedándose en Belén, sólo tal vez para una visita, pero es una buena señal", se esperanzó. "Belén sin turistas, sin gente viniendo a visitarla, no es nada".
