Después de cuatro días de negociaciones indirectas entre representantes estadounidenses e iraníes, terminó en Viena la última ronda de conversaciones que buscan restaurar el acuerdo nuclear entre Irán y las potencias.
La búsqueda de un acuerdo se desarrolló durante un año y medio de manera irregular. Después de meses de estancamiento, se reanudó sorpresivamente el jueves de la semana pasada. “Las negociaciones terminaron, este es el último texto y no habrá renegociación”, expresó un funcionario europeo que participó en la mediación.
La fuente que conversó con los periodistas presentes en Viena, que prefirió mantener el anonimato, expresó su satisfacción por la “calidad” de la oferta presentada ante los iraníes y dijo que esperaba una respuesta para las “próximas semanas”. La agencia estatal iraní IRNA citó a un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores que respondió desde Teherán que la propuesta europea iba a ser “examinada en profundidad”.
La ronda de conversaciones iniciada la semana pasada se inició en el contexto de las advertencias del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre el aumento del enriquecimiento de uranio y la disminución de la capacidad de monitoreo del organismo en las instalaciones nucleares iraníes.
Irán y EE.UU. no conversan de manera directa desde 2018, cuando el ex presidente Donald Trump se retiró del acuerdo firmado en 2018. La falta de diálogo de los últimos meses ilustran la profundidad de las brechas entre las partes. De hecho, en las recientes negociaciones en Viena no participó ningún formulario de alto rango: Irán envió a Ali Bagheri Kani, jefe del equipo negociador; mientras que a Estados Unidos lo representó Robert Malley, enviado especial para asuntos iraníes.
Incluso desde que se reanudaron las conversaciones el jueves, las distintas partes continuaron expresando sus diferencias y el escepticismo sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo. Desde Teherán afirman que no están abiertos a más compromisos de los ofrecidos y niegan haber renunciado a la demanda de retirar a la Guardia Revolucionaria iraní de la lista estadounidense de organizaciones terroristas. Además, exigen que la OIEA cierre las investigaciones que impulsa para dilucidar cómo llegaron restos de uranio a tres instalaciones iraníes no declaradas.