Preocupados por las bolsas de plástico que se acumulan en la Franja de Gaza, un grupo de jóvenes palestinos está reciclando tela desechada en bolsas reutilizables para reprimir los desechos y proteger el medio ambiente.
Sus bolsas de tela, pintadas con personajes coloridos y lemas como "no plástico - fantástico" se venden por 25 shekels (algo así como 7 dólares), que es más que el salario promedio diario en el territorio.
Ante el elevado precio, los cuatro empresarios detrás del esquema de "bolsas de Gaza" dicen que también han compartido instrucciones para que las personas puedan hacer las suyas en casa.
"Podemos hacer bolsas que sean amigables con el medio ambiente, a partir de cualquier pieza de tela alrededor de la casa, una camiseta vieja, por ejemplo", dijo Ahmad al-Madhoun, quien supervisa el proyecto, una asociación con la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional.
En última instancia, lo que se quiere es crear conciencia y detener el desperdicio de plástico que se acumula en las calles y los vertederos, una perspectiva que no es bienvenida por todos.
Todos los días, miles de otros jóvenes palestinos salen a recoger desechos plásticos en los basureros, los cargan en carros de burros y rickshaws y los venden a empresas que los reciclan para uso industrial. Cada 10 kg obtienen 5 shekels.
"Muchos jóvenes dependen (de la recolección de plástico) en medio de las difíciles condiciones económicas", dijo Khalil Al-Ramlawi, propietario de una de las fábricas de reciclaje de plástico.
"Es muy difícil para las personas dejar de usar plástico", agregó. "Está disponible y a precios más baratos que la tela".