Un comité ministerial de la Liga Árabe celebró este jueves una nueva reunión de emergencia en Amán para discutir la situación en torno a la mezquita de Al-Aqsa en el Monte del Templo.
Entre los miembros del comité se encontraban representantes de la Autoridad Palestina, Egipto, Marruecos, Arabia Saudita, Qatar, y está presidido por Jordania. También estuvo presente un representante de los Emiratos Árabes.
"No aceptaremos ninguna acción contra nuestros lugares sagrados ni ningún intento de alterar la identidad de Jerusalem"
Ayman Safadi, ministro de Asuntos Exteriores de Jordania
Los ministros condenaron las acciones de la policía israelí y pidieron que se permitiera a los musulmanes la libertad de culto.
Esta es la cuarta vez que se reúnen para debatir las tensiones religiosas en Jerusalem, desde su creación el año pasado.
En un comunicado, los organizadores afirmaron que la reunión se había convocado para debatir la peligrosa situación en torno a la mezquita de Al-Aqsa, para detener el aumento de las agresiones de Israel y devolver calma.
Los miembros acordaron continuar su coordinación sobre el asunto, según la declaración oficial que puso fin a la reunión. Además, se espera que el Rey Abdullah II se reúna con los ministros visitantes durante el día.
El ministro jordano de Asuntos Exteriores, Ayman Safadi, aseguró que los lugares sagrados musulmanes de Jerusalem son una cuestión de consenso y están más allá de las consideraciones políticas.
Safadi pidió que se prohíba el acceso de los no musulmanes al Monte del Templo durante los últimos 10 días del mes sagrado del Ramadán
"Exigimos el fin de la agresión contra la mezquita de Al-Aqsa y que se mantenga el statu quo", comentó Safadi.
"No aceptaremos ninguna acción contra nuestros lugares sagrados ni ningún intento de alterar la identidad de Jerusalem", sumó.
Safadi también planteó que se prohíba el acceso de los no musulmanes al lugar durante los últimos 10 días del mes sagrado del Ramadán, una decisión que Israel considera anualmente, en función de la situación de seguridad.
La posible exclusión de los no musulmanes del Monte del Templo fue recibida con ira por los políticos de la derecha.
“Cerrar el Monte del Templo a los judíos, el lugar más sagrado para el pueblo de Israel, es una victoria para Hamás"
Bezalel Smotrich, miembro de la Knesset
El miembro de la Knesset, Bezalel Smotrich, líder del Partido Sionista Judío, manifestó que “cerrar el Monte del Templo a los judíos, el lugar más sagrado para el pueblo de Israel, es una victoria para Hamás, para el terrorismo y para los disturbios desatados por nuestros enemigos".
El Partido Yamina, de Bennett, respondió que la decisión se tomará basándose en consideraciones de seguridad y en el consejo de los servicios de las fuerzas de seguridad, como se hizo cada año en el pasado.
En su declaración, el partido aseveró que el año anterior la zona se cerró a los visitantes judíos durante 19 días por orden del entonces primer ministro Benjamin Netanyahu, como resultado de la presión ejercida por Hamás.
"Israel mantuvo y seguirá manteniendo el statu quo en el Monte del Templo y no busca cambiarlo"
Yair Lapid, ministro de Asuntos Exteriores de Israel
Por otro lado, los funcionarios jordanos protagonizaron una actitud combativa ante las acciones de Israel en los últimos días.
Safadi convocó al Encargado de Negocios israelí para que recibiera una carta dirigida a Bennett protestando por la conducta en el Monte del Templo y, en su discurso ante el Parlamento jordano, el primer ministro Bisher al-Jasawneh elogió a los palestinos por lanzar piedras contra las fuerzas israelíes, que "profanan la mezquita", apoyadas por su gobierno.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, se reunió el jueves en Jerusalem con una delegación de altos funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos, entre los que se encontraba la subsecretaria de Estado para Asuntos de Oriente Próximo, Yael Lempert, y les dijo que Israel se enfrentaba al terror islamista extremo, cuyo objetivo es sembrar violencia.
"Pedimos a los líderes de la región que se expresen de forma responsable", comunicó Lapid.
"Israel mantuvo y seguirá manteniendo el statu quo en el Monte del Templo y no busca cambiarlo", planteó Lapid a funcionarios estadounidenses.
El ministro de Asuntos Exteriores indicó que en las dos primeras semanas del mes sagrado del Ramadán, cientos de miles de musulmanes rezaron en la mezquita de Al-Aqsa y sólo fueron molestados por extremistas y partidarios del grupo terrorista Hamás que tomaron el control del lugar, "profanaron su santidad e interrumpieron las oraciones cuando lanzaron bombas incendiarias, piedras y petardos".
"No aceptaremos, bajo ninguna circunstancia, el lanzamiento de cohetes desde Gaza, dirigidos a Israel. Hamás y el mundo en general deben saber que Israel tomará todas las medidas necesarias para proteger a sus ciudadanos", cerró, en referencia a los recientes ataques con cohetes desde Gaza.