Este martes, William Joseph Burns, el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), se reunió personalmente con el principal líder político de los talibanes en Kabul, Abdul Ghani Baradar. La información fue confirmada por un funcionario de los Estados Unidos, mientras los terroristas presionan para que las tropas norteamericanas apresuren su evacuación del país asiático.
Si bien no se dieron a conocer los detalles del encuentro secreto, se cree que las conversaciones giraron en torno a la fecha límite que impusieron los terroristas a Washington para que despeje todas sus tropas del país. En un principio, se habló del 31 de agosto, pero desde Estados Unidos estiman que necesitarán más tiempo par terminar de transportar a los ciudadanos estadounidenses y aliados afganos.
En los últimos días se han intensificado los esfuerzos para acelerar una evacuación caótica de extranjeros y afganos vulnerables del aeropuerto de Kabul, donde escenas de desesperación han puesto de relieve tanto el desorden de la retirada como los temores de que los talibanes vuelvan a imponer un régimen brutal. Los líderes de las naciones del G7 planean reunirse para discutir la posibilidad de extender el puente aéreo más allá de la fecha límite.
Tras su impresionante toma de posesión de Afganistán, los líderes talibanes han prometido restaurar la seguridad y han tratado de proyectar una imagen de moderación, pero muchos afganos se muestran escépticos. En ese sentido, la chilena Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), advirtió que tenía informes de "ejecuciones sumarias" y restricciones a las mujeres en áreas bajo control de los talibanes.
Bachelet, que instó al Consejo de Derechos Humanos a tomar "medidas audaces y enérgicas" para vigilar la situación, no especificó la fuente de su información. Además, deslizó que es difícil determinar qué tan generalizados han sido los abusos y si reflejan que los líderes talibanes están diciendo una cosa y haciendo otra.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, informó que la mayoría del personal local que trabajó para su país en Afganistán aún no ha salido. De esta forma, calificó la reunión del martes como "muy importante" para discutir el acceso internacional al aeropuerto de Kabul más allá de fines de agosto.