En la segunda jornada de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, llevada a cabo en Nueva York, Estados Unidos, intervino ante sus pares del mundo Salman Bin Abdulaziz Al-Saud, rey de Arabia Saudita. Durante su discurso, pidió por un Estado palestino bajo las fronteras de 1967 y apuntó contra el programa nuclear de Irán.
"La paz es una opción estratégica para Medio Oriente y eso requiere una solución justa y duradera de la cuestión palestina, basándonos en las resoluciones internacionales y la Iniciativa de Paz Árabe que garantiza el derecho de los palestinos de un Estado independiente con las fronteras del año 1967 y con Jerusalem como capital", comenzó diciendo el saudí.
Luego de la cuestión palestina, a la que hizo referencia sin nombrar a Israel, Salman Bin Abdulaziz Al-Saud dedicó unos cuantos minutos a Irán, asegurando en más de una ocasión que rechaza "de forma categórica" cualquier de intento de injerencia en asuntos internos de su país. Sucede que durante los últimos meses, en el Golfo se produjeron una serie de ataques contra busques y navíos de los que se sospecha que Teherán podría estar detrás.
"Irán es nuestro vecino y esperamos que nuestras conversaciones nos lleven a medidas de creación de confianza para que se hagan realidad las aspiraciones de ambos pueblos, que quieren relaciones de cooperación que se basen en el respeto de no injerencia...", deslizó el mandatario.
Y continuó: "El Reino quiere hacer hincapié en que es importante que Medio Oriente se convierta en una zona sin armas de destrucción masiva. Nosotros apoyamos plenamente los esfuerzos internacionales para evitar que Irán desarrolle armas nucleares. Estamos muy preocupados porque los iraníes están tomando decisiones contrarias a sus compromisos. También nos preocupan las declaraciones que escuchamos a diario de Irán que dicen que su programa nuclear es pacífico".
Durante los últimos años, la expansión de Irán y su injerencia en distintos países de Medio Oriente han encendido las alarmas de Arabia Saudita. Por eso, tras la salida de Estados Unidos del Plan de Acción Integral Conjunto en 2018, bajo el mandato de Donald Trump, la nación del Golfo se ha mostrado en contra del enriquecimiento de uranio por parte de Teherán y ha impulsado medidas para detener sus avances en ese sentido.
Para terminar, hizo referencia a los grupos terrorista y las milicias en Siria e Irak apoyadas por la República Islámica: "Se debe acabar el apoyo a los grupos terroristas y a las milicias que solamente nos traen guerra, destrucción y sufrimiento a los pueblos de la región".
"Nosotros nos enfrentamos a las ideas extremistas basadas en la exclusión y el odio. Rechazamos a los grupos terroristas que destruyen naciones enteras. Es imprescindible hacer frente a todos aquellos que respaldan a estos grupos", concluyó el rey de Arabia Saudita.
