Miles de iraníes marcharon este martes por Teherán en un multitudinario funeral en honor a Hassan Sayyad Khodaei, oficial iraní asesinado días atrás por personas que le dispararon desde una motocicleta.
Khodaei estaba sospechado por planificar asesinatos contra israelíes y judíos en todo el mundo. Los asistentes al funeral corearon consignas contra Israel, para los iraníes el principal sospechoso del crimen. Una de las frases gritadas fue “muerte a Israel” y un cartel con los símbolos del Mossad y la CIA rezaba que “Irán es víctima del terrorismo”. Una bandera describió al oficial como un “mártir” y lo comparó con el general iraní Qasem Soleimani, asesinado en 2020 durante un bombardeo estadounidense en Irak.
Según reportes iraníes, el domingo a la tarde Khodaei fue asesinado mientras estaba sentado en su automóvil en un callejón cerca de su casa. Los informes señalan a dos hombres en motocicleta como los responsables de disparar cinco veces. Nadie se atribuyó la autoría del hecho y ni siquiera Irán acusó a Israel de manera oficial, más allá de insinuaciones emitidas por la Guardia Revolucionaria.
Aunque no se conozca al responsable directo del asesinato, el presidente iraní Ebrahim Raisi prometió venganza en declaraciones realizadas el lunes. Hussein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria iraní, hoy se expresó de manera similar e insinuó que la venganza no será inmediata: “La respuesta será enérgica, nos vengaremos de nuestros enemigos, pero seremos nosotros quienes decidamos cómo y cuándo”, declaró.
La muerte de Khodaei recuerda a varios hechos anteriores por los que Irán culpó a Israel: desde 2010 al menos seis científicos y académicos iraníes fueron asesinados, algunos a través de una modalidad similar a la del domingo. Se estima que el objetivo de estas muertes por encargo es dañar el programa nuclear iraní. De hecho, el último asesinato de este tipo ocurrió en noviembre de 2020 y la víctima fue Mohsen Fajrizadeh, considerado el padre del programa nuclear de Teherán.
