Hace dos semanas, el integrante del Likud y miembro de la Knesset Miki Zohar, se acercó a Netanyahu, supuestamente no de forma planificada, y argumentó que debería considerar un debate televisivo entre él y Benny Gantz: "El evento puede conducir a un cambio en la realidad política, y resolver la situación que no permite el establecimiento de un gobierno". El profesor Camil Fuchs, expresó luego que Gantz debía evitar dicha confrontación: "Miro las capacidades retóricas de Netanyahu y Gantz, y creo que Gantz no debería ir al debate", señaló, refiriéndose a la confrontación televisiva en la que Netanyahu derrotó a Shimon Peres en 1996.
Al parecer, Kajol Labán temió ante esa posibilidad, y anunció que Gantz no se enfrentaría a nadie que tenga cargos criminales. Netanyahu, por su parte, y por más extraño que parezca, inicialmente evitó responder a la "propuesta" de Zohar, con el argumento de que el primer ministro en funciones no debería tratar con el jefe de la oposición.
Pero la semana pasada cambió su postura, y exigió un debate televisivo ante su principal competidor. El rechazo de Gantz se define "cobarde", ya que también ésta era una buena oportunidad para descubrir por qué hasta ahora el primer ministro tenía miedo de cumplir con las demandas de sus rivales en una discusión televisiva. A su vez, dicha evasión también deja en claro que el líder de Kajol Labán no debería temer a un encuentro de este tipo, porque ciertamente puede ganarlo.
La leyenda de Netanyahu como "rey del rating" nació en la misma confrontación con Peres en 1996. Haim Ramon, integrante de Avodá, precisó en aquel momento que "Peres ganaría las elecciones, pero el debate televisivo nos mató". Peres era 26 años mayor que Netanyahu, no conocía el lenguaje de la televisión, y tenía que defenderse constantemente porque era el primer ministro.
En 1999, Netanyahu enfrentó en un debate televisivo a Yitzhak Mordechai, quien era líder del partido Mifleget HaMerkaz. El consultor de medios Eyal Arad, que preparó a Netanyahu para la confrontación de 1996, fue quien alistó a su rival en esta oportunidad. Conocía bien a su antiguo empleador, y sabía que preparaba todos los textos que pretendía decir de antemano. Su directiva a Mordechai fue interrumpir el plan de su oponente y desconcentrarlo ("Bibi, mirame a los ojos"), así como también atacando su papel como primer ministro. Ante esta situación, Netanyahu se vio obligado a improvisar, y sonó confundido. Posteriormente, perdió las elecciones.
Desde el 2009 Benjamín Netanyahu es el primer ministro de Israel, y desde entonces ha rechazado a todos los jefes de los partidos políticos que buscaron debates televisivos contra él. El hecho de que sea un primer ministro sin logros claros en cuestiones relevantes como la seguridad en Gaza, el costo de vida y la escasez de viviendas, no juega a su favor. También era muy consciente de su debilidad para resistir la ofensiva que lo obligaría a desviarse del guión que había preparado de antemano. Esta podría ser la carta ganadora de Gantz.
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Netanyahu es primer ministro desde 2009, y desde entonces ha rechazado todos los debates televisivos
(Ynet)
Primero, tiene una ventaja sobre Netanyahu en la presencia física: es aproximadamente 25 centímetros más alto que Netanyahu, algo que tiene peso mientras uno se para al lado del otro. Según la tradición estadounidense, en la mayoría de los casos, gana el candidato más alto. En 2016, Donald Trump intentaba remarcar permanentemente las diferencias de altura entre él y Hillary Clinton, y se aseguraba de estar constantemente detrás de ella en televisión.
Gantz también es diez años menor que Netanyahu, y eso es bueno para la pantalla. El escritor estadounidense, Walter Cummings, escribió: "La cobertura política en televisión, es similar a la de la competencia Miss América", haciendo hincapié en que la relevancia que tiene en estos casos la apariencia exterior.
Netanyahu tiene una mejor capacidad verbal que Gantz para transmitir mensajes, tanto en riqueza lingüística como en fluidez. Pero los asesores de medios de Gantz podrían utilizar también el método de Mordechai: "Bibi, mirame a los ojos, tú y yo sabemos que los asuntos de seguridad israelíes requieren un primer ministro a tiempo completo, si te encuentras en el banco de los acusados, arriesgas la vida de nuestros soldados".
El acuerdo de Netanyahu con su participación en el debate, surge de su desesperación ante el anuncio de su juicio. Pero Gantz también necesita tal confrontación. Su victoria en un debate televisivo le daría un nuevo impulso antes de las elecciones.
* El Dr. Baruch Lesham es profesor en el Departamento de Política y Comunicación del Hadassah College y autor del libro: "Netanyahu - Escuela de Marketing Político".
