A pesar de los rumores y la presión por parte de Estados Unidos para avanzar con la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudita, una encuesta realizada en Riad la semana pasada arroja paños fríos a la situación: el 9% de los saudíes apoyan un posible acuerdo de paz con el Estado judío, el 3% no tiene una postura tomada y el resto, un 88%, asegura que no está de acuerdo.
Cuando se les pidió a los encuestados que explicaran su falta de apoyo, el 60% dijo que priorizan el respaldo a los palestinos, el 30% dijo que "no pueden confiar en Israel" y alrededor del 10% se negó a dar una explicación.
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Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, en un encuentro con el rey Salmán bin Abdulaziz.
(AP)
Cabe señalar que las encuestas públicas son algo poco común en Arabia Saudita y gran parte del público se niega a participar para evitar enfadar al régimen. Otro aspecto importante a tener en cuenta es que, al final del día, la opinión del público realmente no marca la diferencia dentro de los opulentos palacios de Riad.
Actualmente, dos generaciones residen dentro de la Casa de Saud. Una es la representada por el rey Salmán bin Abdulaziz, que insiste en respetar los principios de la Iniciativa de Paz Árabe de 2002. Este plan, rechazado por Jerusalem, condiciona al Estado judío a “devolver” las tierras ocupadas en 1967 y se muestra más reacio a todo tipo de acercamiento.
La otra generación está representada por el príncipe heredero Mohammed bin Salmán, quien, a priori, aprueba algunas relaciones encubiertas con Israel (principalmente las referidas a la seguridad y el contrapeso ante Irán). Además, le dio su bendición a Bahrein por alcanzar el acuerdo de paz con Jerusalem.
A Mohammed bin Salmán no le molestan las encuestas de opinión pública que se muestran en contra de una aproximación, ni piensa en lo difícil que sería venderle la paz con los judíos al pueblo saudí. Por el momento, se concentra en sumar adeptos a su postura.
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Mohammed bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudita, junto a Donald Trump en la Casa Blanca.
(AP)
Sheikh Abdulaziz al-Sheikh, el gran muftí de La Meca (máxima autoridad religiosa del reino), el fin de semana pasado pronunció un sermón donde por primera vez elogió los cálidos lazos que Arabia Saudita ha establecido con el "Pueblo del Libro". Desde luego que el apoyo de un personaje tan importante podría ayudar a comenzar a torcer las encuestas e influir en los saudíes.
Sin embargo, mientras el rey Salmán permanezca en el trono, no habrá importantes cambios en la posición de Arabia Saudita con respecto a Israel. Por ahora, el príncipe heredero tendrá que conformarse con estas relaciones "encubiertas.
