Alex Fishman
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Ynet
Joe Biden en el Salón Oval de la Casa Blanca, poco después de asumir.

Israel debe abandonar costumbres de la era Trump

Análisis. Jerusalem debe aceptar que el nuevo ocupante de la Casa Blanca no tendrá largas llamadas telefónicas no programadas con Netanyahu y que el conflicto de Oriente Medio se delegará a funcionarios de nivel inferior, hasta que exista la necesidad real de que Biden intervenga.

Alex Fishman - Adaptado por Rubén Pereyra |
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El establecimiento político y de seguridad israelí comenzó el miércoles el doloroso proceso de desintoxicación y retiro de cuatro años de administración Trump.
Washington está volviendo a trabajar según las reglas. No habrá trucos, esa fiesta terminó.
El nuevo presidente, un partidario de Israel como él, no estará disponible para largas conversaciones telefónicas transatlánticas improvisadas con los ocupantes de la residencia del primer ministro, y tanto Jerusalem como Ramallah estarán muy abajo en su lista de prioridades.
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Joe Biden en el Salón Oval de la Casa Blanca, poco después de asumir.
Joe Biden en el Salón Oval de la Casa Blanca, poco después de asumir.
Joe Biden en el Salón Oval de la Casa Blanca, poco después de asumir.
(Reuters)
El presidente Joe Biden intervendrá en el conflicto palestino-israelí sólo si alcanza una etapa crítica. Y, hasta que eso suceda, los funcionarios de nivel inferior se encargarán de manejar el asunto.
La reanudación de un modo de funcionamiento ordenado no es exclusiva del huésped del Salón Oval. También es el caso del Consejo de Seguridad Nacional.
Si el asesor de seguridad nacional de Israel, Meir Ben-Shabbat, desea discutir cualquier asunto urgente de Medio Oriente, encontrará que no puede simplemente comunicarse con su nuevo homólogo estadounidense, Jake Sullivan; pero podrá hablar con un asistente de menor rango como Brett McGurk, el coordinador para Medio Oriente y África del Norte.
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El primer ministro Benjamin Netanyahu y su asesor de seguridad nacional Meir Ben-Shabbat.
El primer ministro Benjamin Netanyahu y su asesor de seguridad nacional Meir Ben-Shabbat.
El primer ministro Benjamin Netanyahu y su asesor de seguridad nacional Meir Ben-Shabbat.
(Ohad Zwigenberg )
Tradicionalmente, el asesor de seguridad nacional prepara sesiones informativas y recomendaciones para presentar al presidente. Así funcionaba también la Casa Blanca de Obama. Pero durante la administración Trump, todos los procedimientos existentes se tiraron por la ventana y Twitter llevó a cabo la política. Los secretarios de estado y defensa tomaron sus decisiones de forma independiente, lo que provocó grietas en los mensajes, que Israel aprovechó rápidamente.
Pero Biden ha elegido un equipo unificado con una agenda que se alinea con la suya. Todos tienen una amplia experiencia en diplomacia y seguridad en Oriente Medio y son expertos en Irán, el Golfo, Irak, Siria y Afganistán.
Cuando comiencen las discusiones en las próximas semanas entre Israel y Estados Unidos sobre Irán y otros temas importantes, los israelíes deberán estar preparados.
El nominado de Biden para secretario de Defensa, el general Lloyd Austin, también tiene horas de discusiones con líderes árabes en su haber y conoce bien la región.
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El general Lloyd Austin tiene un profundo conocimiento del Medio Oriente.
El general Lloyd Austin tiene un profundo conocimiento del Medio Oriente.
El general Lloyd Austin tiene un profundo conocimiento del Medio Oriente.
(Getty Images )
Los israelíes podrán encontrarlo muy útil cuando intenten deshacerse de los hábitos de Trump, manteniéndose en las relaciones con funcionarios estadounidenses que comparten el mismo rango. Los lazos personales pueden prosperar a través de discusiones y reuniones interminables siempre que los oficiales militares hablen con los militares, los oficiales del Ministerio de Relaciones Exteriores hablen con el Departamento de Estado, etcétera.
Son estas conversaciones las que finalmente marcarán el tono de las relaciones bilaterales durante la administración Biden. Sin duda, habrá desacuerdos, crisis y sentimientos heridos agravados por los sentimientos de abandono de algunos israelíes tras la llegada del nuevo liderazgo. Pero es importante recordar que los foros militares conjuntos israelíes y estadounidenses dictan la política más que los políticos cuando se trata de Oriente Medio.
Esta relación debe preservarse sin importar cuán grande sea la tentación de descarrilarla y cualquier potencial para una cooperación exitosa con la administración Biden.
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