En este artículo decidí escribirle una serie de preguntas retóricas, por supuesto, al líder de la oposición Benjamín Netanyahu. ¿Es esto lo que quieres que recuerden de tus 15 años como primer ministro? ¿Las expresiones agresivas? ¿Las manifestaciones violentas sin precedentes en la sesión de la Knesset durante el discurso de tu sucesor Naftalí Bennett sin que intentaras silenciarlas? ¿Las filtraciones de tus conversaciones con el presidente de los Estados Unidos, que pretenden enfrentar a Bennett y a la administración estadounidense, independientemente del daño que esto cause al Estado de Israel? ¿La increíble declaración de que Irán está celebrando? ¿La declaración de que el primer ministro elegido por la Knesset es "ilegítimo"? ¿Tu afirmación de que este gobierno es peligroso?
¿Cuántos luchamos cuando se expresaron críticas similares contra Menachem Begin en 1977? ¿Cuánto luchamos cuando intentaron presentarte de esa manera cuando fuiste elegido en 1996, después del asesinato de Yitzhak Rabin? ¿Y ahora lo haces tú?
Y ustedes, ministros del Likud, ¿a dónde han ido? ¿Por qué se han quedado en silencio? Así no funcionaba el partido. Ni siquiera en el primer mandato de Netanyahu entre 1996 y 1999. ¿Cuál es su temor?
Parece que eres tan presumido, tan seguro de que no hay nadie más que pueda o merezca o sea capaz de liderar el gobierno, que solo tú estás destinado y nacido para el liderazgo, que no te diste cuenta de que más allá de la secta que te sigue, más allá de los parlamentarios y ministros que te siguen ciegamente y más allá de tus fans y simpatizantes, muchos creen que has cruzado una línea roja, que llegó el momento de reemplazarte, porque no hay persona que no tenga reemplazo; tampoco tú.
Describiste bien en tu discurso tus éxitos como primer ministro, incluso si exageraste e ignoraste tus fracasos. Has tenido muchos logros. El primer ministro Bennett ha hecho bien en honrar tu contribución y en honrarte a ti y a tu familia con una gran dignidad institucional. Hemos notado que tú no has actuado con la institucionalidad requerida. ¿Acaso nos sorprenderás? ¿Mantendrás una relación adecuada con tu reemplazo? ¿Podrás hacerlo?
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Discurso de Naftalí Bennett en la Knesset antes de la confirmación del nuevo gobierno el domingo.
(Noam Moskowitz/Portavoz de la Knesset)
Fuiste un buen primer ministro hasta 2015. Ahí es donde comenzaron los fallos. El último presupuesto fue aprobado en 2018 y cientos de nombramientos en organismos gubernamentales siguen estancados. La mayoría de las designaciones de alto nivel, como el fiscal del Estado, el jefe del Departamento de Presupuesto, el director general de la Oficina del Primer Ministro, entre otras, no se han producido en años, así como la policía funcionó durante dos años sin un comisionado.
¿Por qué así? Y ustedes, ministros del Likud, ¿a dónde han ido? ¿Por qué se han quedado en silencio? Así no funcionaba el partido. Ni siquiera en el primer mandato de Netanyahu entre 1996 y 1999. ¿Cuál es su temor? ¿Temen que no sean considerados adecuados por el líder de la oposición?
¿Por qué utilizas esta violencia verbal, señor líder de la oposición? Entiendo que es difícil para ti desearle éxito al nuevo gobierno. Dios mío, cuántos errores has cometido. Tus más grandes leales lo han dicho. Ayer agregaste algunos errores más. ¿No es una vergüenza? ¿Es esto lo que quieres que recuerden de tus 15 años como primer ministro?
Limor Livnat fue miembro de la Knesset por el Likud y se desempeñó como ministra de Comunicaciones, de Educación y de Cultura y Deportes
