La ronda de dos días de lucha contra el grupo terrorista Yihad Islámica con sede en Gaza terminó con una victoria militar y un avance en el poder de disuasión de Israel frente a sus enemigos.
La población civil mostró resistencia y los políticos pudieron, en su mayor parte, contener sus instintos y abstenerse de declaraciones incitantes.
Pero las cosas deben verse en la proporción correcta. El enemigo que Israel enfrentó era un grupo terrorista relativamente pequeño que no puede compararse en sus habilidades con Hamás o Hezbollah, ambos "ejércitos terroristas híbridos" que combinan tácticas militares y terroristas.
La Yihad Islámica también demostró un bajo nivel de capacidad de combate, a pesar de que sus depósitos de armas aún contienen docenas de misiles de largo alcance capaces de alcanzar y sobrepasar Tel Aviv, así como misiles antitanque, proyectiles de mortero y drones, todos sin usar.
La pregunta es por qué.
Una posible explicación es que el asesinato selectivo de Baha Abu al-Ata interrumpió la cadena de mando y perjudicó la moral de la organización. Aunque oficialmente compartía el mando del grupo terrorista con otros dos líderes, él era el hombre a cargo.
Es posible que otra explicación corresponda a que las FDI utilizaron la recopilación de inteligencia para lograr apuntar a los escuadrones de misiles, depósitos de armas y sitios de lanzamiento.
Esto será estudiado cuidadosamente por las FDI en los próximos días porque tales logros pueden no duplicarse con éxito al luchar contra Hamás o el Hezbollah, respaldado por Irán en el Líbano.
Una tercera explicación para el éxito de las FDI podría ser la escasez de militantes activos y la infraestructura subterránea que se necesita para un lanzamiento constante de misiles y cohetes.
El hecho de que Hamás no se haya unido a los combates puede haber tenido un efecto adverso en las capacidades logísticas de la Yihad Islámica en la medida en que su liderazgo con sede en Damasco tuvo que solicitar un alto el fuego en condiciones que fueron fácilmente aceptadas por los mediadores egipcios.
Israel consiguió cuatro logros principales:
1. Mantener a Hamás fuera de la lucha a pesar de la presión sobre su liderazgo dentro y fuera de la Franja de Gaza.
El hecho de que los objetivos de Hamás no fueran atacados y que las FDI fueran especialmente cuidadosas de no dañar a civiles no involucrados fue una forma efectiva de convencer a los gobernantes de Gaza de que no se involucraran.
Hamás tiene una relación contenciosa con varias facciones islamistas más pequeñas que no necesitan considerar a la población civil, un lujo con el que la organización terrorista no cuenta.
La Yihad Islámica desafió el liderazgo de Hamás e interfirió en las interacciones de los gobernantes de Gaza con la población local, Israel y Egipto.
El grupo terrorista que gobierna en Gaza era muy consciente de la capacidad de Israel para llevar a cabo una invasión terrestre de la Franja si fuera necesario.
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El Jefe de Estado Mayor de las FDI, Aviv Kochavi, habla sobre la violencia en Gaza con un oficial superior
(FDI)
El instinto de supervivencia de la organización priorizó cualquier inclinación de ayudar a la Yihad Islámica.
2. La velocidad con la que la operación israelí llevó al líder de la Yihad Islámica, Ziad al-Nakhala, a responder a las ofertas de mediación egipcias y aceptar un alto el fuego.
La lucha duró solo 50 horas, lo que resultó en una carga financiera menor para la economía israelí de lo que podría haberse esperado.
3. El sistema de defensa antimisiles demostró su mejora continua obteniendo una tasa de éxito del 93% en la interceptación de cohetes.
La Cúpula de Hierro fue el único sistema implementado, pero se realizaron mejoras sobre la marcha y los militares ahora pueden demostrar a la clase política qué fondos adicionales son necesarios para los desafíos futuros.
4. Los exitosos ataques dirigidos contra escuadrones de misiles y lanzadores, que fueron el resultado de la inteligencia reunida por diferentes medios y utilizada en estrecha cooperación con los comandantes que ejecutan los ataques.
