El líder de la Yihad Islámica eliminado el martes por las FDI en Gaza, el comandante Baha Abu al-Ata, era considerado extremadamente violento y descontrolado incluso para los estándares de la organización terrorista.
La decisión de eliminar a Abu al-Ata había sido aprobada por el gabinete de seguridad en septiembre, luego de que ordenara un ataque con misiles contra Ashdod mientras Netanyahu brindaba un discurso de campaña en la ciudad.
La ejecución de la decisión fue pospuesta hasta el momento oportuno, cuando se pudiera evitar la mayor cantidad posible de muertes civiles.
Abu al-Ata se unió a la Yihad Islámica a fines de los 90, y desde entonces ha ejercido una variedad de roles militares y políticos dentro de la organización extremista.
En 2007, entrenó en Siria para profundizar sus conocimientos militares y experiencia, y un año más tarde ya tenía asignado el comando de la división de la organización en Gaza. Más tarde dirigió toda la división norteña de la Yihad Islámica, consiguiendo una de las dos posiciones más altas en el escalafón militar de la organización en Gaza.
Entre sus otros deberes, era también responsable de la manufactura de una variedad de armas para la Franja, principalmente cohetes diseñados por Irán y ensamblados localmente.
Recientemente, Abu al-Atta lideró personalmente numerosos ataques terroristas contra ciudadanos y soldados israelíes, usando principalmente fuego de cohetes, drones, y francotiradores.
Entre los atentados más recientes se encontró el bombardeo de la ciudad de Sderot y el Consejo Regional de Sha’ar HaNegev hace dos semanas, durante el cual una casa fue directamente impactada por un cohete.
También estuvo detrás del lanzamiento de misiles contra Sderot a fines de agosto durante un festival de música al que concurrieron unas 4.000 personas. Del mismo modo, ordenó la escalada en la frontera con Gaza en mayo, la cual concluyó apenas una semana antes del comienzo de Eurovisión en Tel Aviv y en la que murieron cuatro israelíes.
Las FDI respondieron con ofensivas a lo largo de la Franja de Gaza, realizando la primera eliminación selectiva desde 2014. La siguiente, la primera de un terrorista de alto rango de Gaza, fue del mismísimo Abu al-Ata. Inusualmente, Israel publicó su foto como advertencia.
Aunque las FDI eliminaron a Abu al-Ata exitosamente, no era la primera vez que Israel lo marcaba para la muerte: durante la guerra de 2012 en Gaza, Israel intentó eliminarlo mientras acudía a una reunión con los altos mando del ala militar de la Yihad Islámica.
En 2014, su hogar fue destruido por tropas de las FDI, junto con las residencias de otros líderes de Hamás y la Yihad Islámica, que estuvieron escondidos durante la duración del conflicto de 50 días.
El martes por la noche, Israel finalmente lo alcanzó y eliminó junto a su esposa en un ataque aéreo contra el edificio en el que vivía.
En respuesta, la Yihad Islámica disparó 400 cohetes durante un período de 48 horas que llegaron a las áreas centrales del país, mientras que Hamás juró venganza pero no se unió a la lucha.
“El retorno a la política de asesinatos es cruzar una línea roja. La responsabilidad de este crimen atroz es solo de Israel, y no quedará sin respuesta”, afirmaron los grupos en un comunicado conjunto.
Israel envió un mensaje al liderazgo de Hamás, afirmando que no atacaría al grupo si este se mantenía fuera del conflicto actual, pero esto fue rechazado.
Pero aunque mostró su solidaridad con la Yihad Islámica, la relación de Hamás con Abu al-Ata era un poco tensa. El grupo lo veía como un problemático, como alguien que intentaría destruir el acuerdo de tranquilidad que la organización tenía con Israel.
