En tiempos en que el mundo se encuentra enfrentando una crisis sanitaria, económica y social ocasionada por el coronavirus, empresas de medicamentos y científicos trabajan contrarreloj para desarrollar una vacuna y fármacos para tratar el virus, pero aún no se han hallado las herramientas para vencer a la enfermedad.
Un análisis de la consultora Deloitte muestra el nivel de influencia esperado sobre las diferentes industrias cuando termine la crisis del coronavirus. La empresa presentó dos posibles escenarios: el regreso a la actividad económica antes de fines de septiembre del 2020, o bien una parálisis económica hasta el 2021.
De este modo, la firma estima que la industria de los cruceros resultará altamente dañada, tanto en el escenario optimista como en el pesimista. “Uno de los motivos por el cual a esta industria le llevará mucho tiempo recuperarse es el temor de los consumidores”, explicó la jefa de la División de Asesoramiento Económico y Financiero de la consultora Deloitte Israel, la contadora Sigal Adania Kapun. “Esta industria se apoya en gran medida en inversiones, por lo que incluso cuando la gente vuelva a los cruceros, la situación será compleja. Además, sus costos fijos son muy altos, por lo que podría tener grandes dificultades de flujo de caja”, añadió.
Además, Kapun señaló que las industrias dedicadas a los viajes, a la aeronáutica y a los vehículos tendrán que atravesar por momentos tormentosos. “En muchas industrias habrá una consolidación y habrá compañías que no sobrevivan a esta crisis”, alertó. “No obstante, otras empresas se harán cargo de las firmas del mismo rubro o de rubros complementarios. Es menos probable que veamos que las entidades financieras adquieran empresas quebradas. A corto plazo, tal como lo aprendimos en crisis anteriores, se registrará una disminución de transacciones, pero en un año la situación se equilibrará”. Según la contadora, las autoridades deberán adaptarse a la situación. “Las regulaciones antimonopolio y de competencia se modificarán para permitir que las empresas se recuperen ", señaló.
Hasta ahora, debido al coronavirus, las fusiones y adquisiciones de empresas registraron la peor semana desde la crisis de abril del 2009. En el primer trimestre, esos acuerdos se redujeron en un 28% durante el mismo período del año pasado. “Todos piensan primero en sus empleados y en sus clientes”, explicó Lion Kalvaria, jefe del departamento de clientes institucionales de Citigroup al Financial Times. “Son pocas las empresas que están preparadas para hacer transacciones en efectivo en estos tiempos”, agregó.
En el lado positivo del asunto, según Deloitte, se estima que se producirá un leve daño a la actividad portuaria y de los envíos marítimos. Alrededor del 80% de los envíos se realizan vía marítima. Seis de los 20 grandes puertos del mundo se encuentran en China, y éste es uno de los motivos por los cuales en los últimos meses el comercio global experimentó una desaceleración. "Los puertos aún están operando a cierto nivel. En el mediano plazo, cuando las fábricas vuelvan a funcionar como antes, los envíos también lo harán", sostuvo Kapun.
El sector bancario continuará lidiando con la insolvencia de los prestatarios y las dificultades de liquidez, pero Deloitte estima que la probabilidad del colapso bancario es muy baja. “El mundo bancario está influenciado por todo lo que sucede en otras industrias. En este momento estamos tratando de descubrir cuáles serán las debilidades en términos de deuda perdida, en qué industrias y compañías, donde el crédito debe ser más limitado ", explicó la contadora.
Más allá de que varios sectores resultarán dañados, en Deloitte también ofrecen un pronóstico positivo, especialmente en el ámbito del comercio minorista y del entretenimiento digital. El virus tendrá una amplia influencia en el comportamiento de los consumidores, comportamiento que permanecerá después de la rutina.
Lo mismo ocurre con el trabajo a domicilio, y Deloitte cree que los empleadores mostrarán más flexibilidad y se esforzarán por crear un mejor equilibrio entre la vida laboral y la personal.