El partido Kajol Labán y el gobernante Likud tienen posiciones, puntos de vista y objetivos similares. Raramente en la historia política israelí las dos facciones más grandes de la Knesset han sido tan parecidas en tantos asuntos clave.
Ambos partidos son centristas, por lo que parecen ser facciones hermanas y no adversarias. Sus diferencias pueden detectarse sólo a través de un microscopio. Respecto de la influencia de la religión en el Estado y del asunto de la minoría árabe, la visión de Kajol Labán podría pasar a ser como la de Likud con muy pocas modificaciones.
Cuando el difunto primer ministro Ariel Sharon se fue de Likud y se llevó a más de la mitad del partido para formar la facción Kadima, sus políticas cambiaron y se convirtió en un defensor de la reconciliación con los palestinos y un acuerdo negociado. Llegó a manifestarle a la Asamblea General de la ONU que encontrar el camino hacia la paz era la misión de su vida.
Kajol Labán no ha adoptado ninguna de las disposiciones de Sharon para promover la paz. No promueven el repliegue de las tropas ni abogan por la anexión.
Likud también ha revocado su llamado a la anexión, a pesar de las promesas electorales del primer ministro Benjamin Netanyahu. Ambas partes están contentas con una presencia judía en Cisjordania junto con una palestina.
La pregunta es ¿por qué entonces, las dos partes no forman un gobierno de unidad? ¿Qué están esperando? Los líderes de ambos partidos tienen en sus manos la responsabilidad de evitar otra ronda electoral.
El gobierno de unidad debe formarse entre Likud y Kajol Labán, ya que sus posiciones son muy similares. No hay necesidad de agregar partidos de ideologías diferentes.
El tiempo como primer ministro del país de Netayahu es limitado debido a que se aproxima una imputación contra él por cargos de corrupción que pesan en su contra.
A pesar de que una ley que le permite permanecer en el cargo hasta que se hayan agotado todas las vías legales en sus casos, la realidad política israelí lo obligará a abandonar.
3 צפייה בגלריה
Netanyahu no está dispuesto a renunciar al bloque con la derecha y los partidos ortodoxos
(Ynet)
En la historia de Israel, un político imputado por la Justicia nunca ejerció el cargo de primer ministro.
El tiempo se está acabando, por lo que los ciudadanos les piden a sus líderes, Gantz y Netanyahu, que no permitan que esta oportunidad se escape.
No deben ser tan narcisistas y ciegos, y deben dejar a un lado sus intereses personales.
Los ciudadanos les piden que eviten otra elección no deseada que probablemente arroje los mismos resultados una vez más.
