El asesinato de Mohsen Fakhrizadeh, el científico nuclear más importante de Irán, expuso lagunas de seguridad que sugieren infiltraciones y la posibilidad de nuevos ataques dentro de la República Islámica.
El hecho ocurrió el viernes pasado y es una continuación de otros dos grandes eventos: el robo del archivo nuclear iraní en 2018 que se adjudicó el servicio de inteligencia Mosad de Israel y la destrucción de una instalación nuclear atribuida este año a un sabotaje cibernético.
Fuerzas de seguridad de la Guardia Revolucionaria iraní están a cargo de la asignación de guardaespaldas y oficiales de altos funcionarios militares y civiles, pero Fakhrizadeh es el quinto científico nuclear iraní asesinado en ataques selectivos desde 2010, lo que lleva a expertos en seguridad a concluir que los enemigos de Irán han encontrado un talón de Aquiles.
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El jefe del sistema judicial iraní y familiares de Fakhrizadeh despiden al científico asesinado.
Hossein Dehghan, ex ministro de Defensa iraní, declaró que Fakhrizadeh fue asesinado por una “infiltración en la estructura de seguridad de Irán”. En tanto, un funcionario de seguridad de Teherán cuya identidad pidió no ser identificada aseguró que “sus asesinos obviamente operaron basándose en información detallada sobre los movimientos del mártir Fakhrizadeh”.
El asesinato se produjo el viernes a plena luz del día, tras un ataque a un automóvil en una carretera cerca de Teherán. “Claramente hubo una debilidad en la seguridad y hay muchas preguntas por responder, debemos saber si hay espías entre el personal de seguridad, localizar esa fuga es esencial”, opinó la fuente anónima.
Gobernantes, militares y clérigos de Irán acusan a Israel de este ataque. Si bien desde Jerusalem no hubo comentarios sobre el incidente, desde allí en el pasado se había identificado a Fakhrizadeh como un actor principal en la búsqueda de armas nucleares de los iraníes. Además, en su momento funcionarios israelíes sí reconocieron la ejecución de operaciones de inteligencia encubiertas contra el programa nuclear iraní.
"Existen relatos contradictorios sobre cómo fue asesinado Fakhrizadeh, pero cierto grado de infiltración hubo seguro y esto es lo que más preocupa a la República Islámica ", dijo Kasra Aarabi, analista de Irán en el Instituto Tony Blair para el Cambio Global.
Poco después del ataque testigos dijeron a la televisión estatal que un camión explotó previo a que un grupo de hombres armados abrieran fuego contra el automóvil en el que viajaba Fakhrizadeh. Sin embargo el domingo Ali Shamkhani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, declaró que se trató de “un asesinato muy sofisticado que se ejecutó de forma remota con dispositivos electrónicos” y sin personas en el lugar.
Henry Rome, analista del Grupo Eurasia, emitió su opinión sobre esta versión oficial: “No tenemos idea de si estos informes de una ametralladora montada en un camión controlado por satélite son ciertos, pero para Teherán tienen dos propósitos claves: presentar al ataque como sofisticado para esquivar la vergüenza y mostrar cuán rápido el gobierno logra resolver el caso”.
