Suponiendo que los informes de los medios de comunicación extranjeros sean exactos (muchos de ellos parecen serlo), Israel, a través del Mossad, estuvo operando contra el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (CGRI) no sólo en Siria, sino también dentro de la República Islámica.
Los informes describen asesinatos, la destrucción de una base de aviones no tripulados y, ayer, el homicidio del funcionario que planeaba ataques contra objetivos israelíes, incluido el cónsul general israelí en Turquía.
Sin embargo, a petición de Estados Unidos, Israel evitó su práctica anterior de atacar el programa nuclear, e Irán sigue adelante en su carrera hacia la obtención de una bomba.
El coronel Hassan Sayyad Khodayar, que recibió cinco disparos a la salida de su casa en Teherán este domingo, fue responsable de actos de terrorismo contra objetivos israelíes y judíos, que fueron frustrados por Israel. Entre ellos, un intento de asesinar a empresarios en Chipre, Colombia, Kenia y Turquía.
De hecho, hace unos meses, Khodayar envió a un traficante de drogas a asesinar al cónsul general israelí en Estambul.
Para Irán, el homicidio de Sayyad supone un golpe adicional a la seguridad del país y tuvo lugar cuando Estados Unidos aún estaba considerando la eliminación del CGRI de su lista de entidades terroristas.
Aunque la administración estadounidense aún no tomó su decisión, Jerusalem entiende que la eliminación del grupo militar iraní, es posible todavía.
La última vez que un asesinato en Irán se atribuyó a Israel fue en noviembre de 2020, cuando Mohsen Fakhrizadeh, científico nuclear apodado el "padre de la bomba iraní", cayó en una emboscada en las afueras de Teherán.
Fakhrizadeh era un experto en su campo, difícil de sustituir, y su asesinato se consideró un golpe para el programa nuclear.
Antes de su muerte, los sabotajes provocaban retrasos en el programa militar nuclear de Teherán, pero desde que el presidente estadounidense Joe Biden asumió el cargo, y las negociaciones y potencias mundiales reanudaron las reuniones para un acuerdo nuclear, no se produjeron ataques de este tipo.
En consecuencia, Israel aumentó sus ataques contra el CGRI en Siria y dentro de la República Islámica.
Por otro lado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) también aumentaron sus ataques contra objetivos iraníes en Siria, incluyendo uno el viernes pasado, en el aeropuerto internacional de Damasco. Todo ello con el propósito de alejar a la fuerza Quds lo más posible de la frontera entre Israel y Siria en los Altos del Golán.
Gran parte de la cúpula militar de Siria fue sustituida e Israel, en los ataques que se le atribuyen, está señalando a los generales entrantes, que tienen un interés compartido en eliminar a Irán de Siria.
El homicidio de Khodayar puede asociarse a esa política, después de que sirviera como adjunto al asesinado comandante de la fuerza Quds, Qassim Suleimani, que murió en un ataque estadounidense en marzo de 2020.
Se le encomendó la tarea de servir de enlace entre Irán y el grupo terrorista Hezbollah, con sede en el Líbano.
Después de que funcionarios iraníes describieran el asesinato de Khodayar del domingo como algo que se había pasado de la raya, las FDI se pusieron en alerta máxima en previsión de una respuesta al asesinato.
