Este año nuevamente, como todos los años, Israel experimentó una ola de ataques terroristas. Sólo que esta vez un nuevo tipo de asaltante cometió algunas de las atrocidades.
Algunos de los ataques llevados a cabo durante una ola de asesinatos en marzo fueron cometidos por seguidores del Estado Islámico, que está ganando fuerza en Cisjordania y la comunidad árabe israelí. La mayoría de los atacantes solitarios eran conocidos por los servicios de inteligencia israelíes por su apoyo al Estado Islámico, e incluso intentaron llegar a Siria para luchar por el grupo terrorista.
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Dos árabes israelíes de Umm al-Fahm en la corte por tiroteo en Jerusalemllevado a cabo en nombre del Estado Islámico.
(Ido Erez)
El Estado Islámico mantuvo al estado judío fuera de la lista de sus enemigos durante sus ataques religiosos hace unos años, y ésta es la primera vez que uno de sus seguidores lleva a cabo un ataque tan mortal dentro de Israel. Esto podría ser un nuevo desafío para Israel y sus servicios de inteligencia, que están acostumbrados a los disidentes más seculares de la Autoridad Palestina y a un Hamas muy cambiante, que se está alejando del concepto de Jihad y se está enfocando en su papel social como gobernante en la Franja de Gaza.
Tanto Hamas como el representante de Irán en la Franja, la Jihad Islámica Palestina, han estado utilizando el concepto de Jihad dentro de su agenda política, lo que les ha ayudado a acumular muchos seguidores, no sólo en Gaza y Cisjordania sino también en el mundo musulmán. Pero, ¿existe un vínculo entre el Islam, la Jihad y Palestina?
Jerusalem, y especialmente la Mezquita de Al-Aqsa, es fundamental para la fe islámica y un lugar especial para los musulmanes, ya que se utilizó como la primera Qibla (dirección hacia la Kaaba en la Mezquita Sagrada de La Meca), y fue el lugar de la noche milagrosa en la que el Profeta Mahoma viajó de La Meca a Al Aqsa en una sola noche. Esto explica su uso por Hamás y la Jihad Islámica como grito de guerra durante las intifadas.
Las ideologías de Hamás se remontan al movimiento de la Hermandad Musulmana que se inició en Egipto. En sus inicios, su principal piedra angular fue el impacto social mediante la ayuda a los más necesitados y pobres. La Hermandad Musulmana no tenía ningún empeño nacionalista, ni estaba interesada en oponerse a Israel. Todo cambió después de la guerra de 1967 cuando Mujama Al Islamya de Ahmed Yassin se hizo cargo de las actividades de la Hermandad Musulmana. Más tarde se unió a la Primera Intifada como parte de Hamás. Durante y después de la intifada, Hamas mantuvo una gran base social y se hizo popular entre los palestinos, visto como alguien que podía ayudarlos en las luchas del dia a dia.
Por otro lado, la Jihad Islámica, establecida a mediados de los años 80, también formaba parte de la Hermandad Musulmana, pero con una postura diferente. No se centró particularmente en las necesidades de los palestinos como sociedad, sino en llevar a cabo una resistencia violenta contra Israel y difundir ideologías religiosas entre la población. La piedra angular de la Jihad Islámica es que representa la ideología islámica de la guerra santa –o Jihad– contra los infieles. Según ellos, la única forma de resolver el problema entre Israel y Palestina es a través de confrontaciones violentas directas.
Aparte de la violencia, la Jihad Islámica deriva sus creencias de otros movimientos nacionalistas palestinos, la Hermandad Musulmana y las enseñanzas del ayatolá Al Jomeini, el líder de la revolución iraní. Jihad para ellos es una batalla eterna no sólo contra Israel, sino contra el mundo occidental, visto como el instigador del conflicto. También ven a Palestina como una base para que los occidentales se apoderen de otras tierras musulmanas.
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Terroristas de la Jihad Islámica Palestina asisten al funeral de un compañero combatiente en Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza.
(AFP)
El último estallido en Gaza fue entre Israel y la Jihad Islámica, y muestra el fortalecimiento de la organización, que también afecta el estatus de Hamas como organismo que puede mantener la seguridad.
Hamas se lo piensa dos veces antes de usar la violencia y ve la creciente influencia de la Jihad Islámica como una provocación, que roba la "jihad" de su resistencia, debilitándola a los ojos de sus seguidores. Esto podría ser un aspecto positivo para Israel si la Autoridad Palestina aceptara tomar el control de la Franja, pero esto no parece estar sucediendo pronto.
La participación de los servicios de inteligencia de Egipto en las negociaciones de tregua tras la última ronda de violencia atestigua el elevado estatus de la Jihad Islámica y la preocupación de que las tensiones entre Irán e Israel se extiendan a las fronteras de Egipto.
Israel ahora está siendo atacado por un tipo de enemigo diferente, uno que no cree en la paz sino sólo en la violencia, ayudando a Irán a crear caos en la región.
