Una década después de que Israel liberara a más de 1.000 prisioneros palestinos a cambio de un soldado israelí cautivo, aún continúa el acalorado debate en torno del acuerdo, mientras las negociaciones para un nuevo canje están en curso.
Gilad Shalit estuvo retenido por Hamas en la Franja de Gaza entre 2006 y 2011. Durante cinco años, la opinión pública israelí intentó y logró convencer al gobierno de que negociara un acuerdo. Tal vez no se deseaba un resultado desigual, pero la sociedad estaba ansiosa por ver a su soldado regresar a casa.
Según informes, Israel intentó negociar la liberación de Shalit días después de su secuestro, con la esperanza de pagar un precio menor. Pero, a medida que esas conversaciones fracasaron y aumentó la presión pública, también lo hizo el costo político. Para lograr la liberación, la familia de Shalit realizó una campaña agresiva en los medios de comunicación israelíes y a través de la opinión pública.
Cuando Shalit regresó a Israel en 2011, unos 1.027 prisioneros palestinos fueron puestos en libertad, en medio de fuertes críticas en Israel y un cambio brusco en la opinión pública. Entre los prisioneros liberados había asesinos condenados a cadena perpetua y autores intelectuales de ataques contra israelíes. Yahya Sinwar, el actual líder de Hamas en Gaza, fue uno de los prisioneros liberados en el intercambio, luego de que sus cuatro cadenas perpetuas fueran interrumpidas por el trato. Los familiares de las víctimas del terrorismo fueron muy críticos con las liberaciones, y fracasaron en su intento de detener el acuerdo apelando a la Corte Suprema.
Por mucho que los israelíes se alegraran de ver a Shalit reunirse con su familia, el ex primer ministro Benjamin Netanyahu se tomó la molestia de negociar un acuerdo que muchos israelíes consideraron injusto.
Dado que se cumple una década desde el canje, el debate sobre el precio que pagó Israel sigue siendo muy relevante. Actualmente, en la Franja de Gaza, Hamás tiene los cuerpos de dos soldados israelíes muertos en una operación militar en 2014. Además, se cree que dos civiles, Avera Mengistu e Hisham al-Sayed, están también detenidos en la Franja de Gaza.
Tanto Mengistu como al-Sayed tienen problemas de salud mental y no participan en las hostilidades entre Israel y Hamas. Según los informes, las negociaciones indirectas se han estado llevando a cabo desde hace años a través de la mediación egipcia. Si bien surgieron informes de que un acuerdo estaba cerca de cerrarse, esto aún no ha sucedido.
6 צפייה בגלריה
Se cree que Hadar Goldin y Oron Shaul, cuyos cuerpos están retenidos por Hamas y Avera Mengistu e Hisham al-Sayed, están retenidos en la Franja de Gaza.
(Gentileza)
A lo largo de su historia, Israel ha realizado numerosos canjes de prisioneros a precios muy elevados. Pero el acuerdo de Shalit podría haber afectado el apoyo público a tales acuerdos.
“No fue sólo el gran número de prisioneros liberados, sino las personalidades, las personas que estuvieron detrás del asesinato de muchos israelíes”, afirma Roni Shaked, coordinador de la Unidad de Medio Oriente en el Instituto Truman de la Universidad Hebrea de Jerusalem. "El recuerdo de los ataques terroristas que llevaron a cabo todavía estaba muy fresco en la mente de los israelíes”, agregó.
Para los palestinos, la liberación de prisioneros es uno de los objetivos más importantes de su lucha. Para Israel la liberación de cautivos, especialmente soldados, es un tema delicado. El regreso de los cautivos se considera un mandamiento santo en la Biblia. Por lo tanto, la intensa presión política ejercida sobre Netanyahu en ese momento allanó el camino para el acuerdo.
6 צפייה בגלריה
El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, saluda a Yahya Sinwar después de su liberación de la prisión israelí en el acuerdo Shalit.
(Ynet)
"Israel cometió muchos errores a lo largo de su historia al ceder a las demandas exageradas", señaló Shaked. Con activos de inteligencia sofisticados y, a menudo, estratégicamente ubicados y diferentes apalancamiento frente a Hamas, Israel podría encontrar diferentes formas de liberar a sus ciudadanos sin pagar un alto precio.
A lo largo de los años y de varios enfrentamientos militares importantes entre las partes, Israel ha tenido la oportunidad de presionar a Hamás y exigir la liberación de sus cautivos. Las familias de Hadar Goldin y Oron Shaul, cuyos cuerpos están siendo retenidos por Hamás, se han mostrado vociferantes al pedir el condicionamiento de cualquier alto el fuego con el regreso de sus hijos.
El flujo casi continuo de ayuda humanitaria desde los cruces controlados por Israel hacia la Franja de Gaza también ha enfurecido a las familias. Varios expertos en derecho internacional han pedido un cambio en la ecuación. La liberación de los soldados debe considerarse un asunto humanitario y no una negociación entre enemigos. Creen que si Hamás quiere recibir ayuda humanitaria, debería corresponder entregando ciudadanos israelíes muertos y vivos.
El debate sobre este principio se volvió cada vez más relevante a medida que surgió la crisis del COVID-19. En uno de los territorios más empobrecidos del mundo, la pandemia ha llevado a Gaza al borde de una crisis humanitaria aún mayor. Pero la terrible situación en Gaza no ha hecho que Hamas se mueva.
"Hamás separa el tema de la liberación de prisioneros de cualquier otro tema, incluido el tema de la rehabilitación de Gaza y la transferencia de fondos a la Franja", señaló Gershon Baskin, quien operaba un canal de negociación secreto y directo con Hamás para la liberación de Shalit. “Insisten en negociaciones completamente separadas. Con miles de prisioneros en las cárceles israelíes, Hamas quiere ser visto como su libertador ”, añadió.
Según B'Tselem, una organización de derechos humanos israelí, actualmente hay más de 4.000 prisioneros palestinos detenidos en cárceles israelíes. Sin embargo, la probabilidad de un acuerdo ahora es escasa. "Los israelíes ahora tienen miedo de pagar un precio similar y, esta vez, no hay presión pública", expresó Shaked.
Es poco probable que el primer ministro Naftali Bennett esté de acuerdo con las demandas de Hamás de liberar de nuevo a más de 1.100 prisioneros. En su oficina, una foto de los soldados Shaul y Goldin se muestra detrás de él. Si bien puede ser una señal de su dedicación al tema, será una sorpresa si acepta los términos actuales. “Ha aprendido la lección”, agregó Shaked.
"Para Israel, el precio que Hamás quiere a cambio de los cuerpos y los ciudadanos es demasiado alto"
Según informes de los medios, Israel está dispuesto a liberar a los presos condenados por delitos más leves, y no a los responsables de la muerte de sus ciudadanos. “Para Israel, el precio que Hamás quiere a cambio de los cuerpos y los ciudadanos es demasiado alto”, dijo Baskin, y agregó: “Si hubiera un soldado vivo capturado, esto sería diferente. La opinión pública sobre el tema es muy fluida”.
Para Leah Goldin, la madre de Hadar Goldin, la conversación sobre el precio del regreso de su hijo es exasperante. “Cuando Hadar se alistó en el ejército, nadie me preguntó cuánto costaba”, dijo mientras se ahogaba en llanto. "Esto es hablar de personas que no quieren llevar a los niños a casa". Goldin siente que su familia está pagando el precio de la frustración acumulada por el trato con Shalit.
"No tengo el privilegio de poder rendirme".
Leah Goldin
En un país con servicio militar obligatorio, el tema de los soldados israelíes en cautiverio es un asunto delicado. "¿Qué nos ha pasado? ¿Son nuestros soldados como platos desechables?" pregunta entre lágrimas Goldin. "La cuestión del precio de un soldado es indigna para todas las madres de un soldado en Israel", añadió.
Si bien muchas personas creen que los soldados deben regresar a casa a toda costa, se escuchan otras voces en la discusión. Los opositores al acuerdo de Shalit habían advertido de sus consecuencias. Las críticas aumentaron cuando decenas de prisioneros liberados como parte del acuerdo volvieron a ejecutar ataques contra israelíes.
Las escenas de júbilo de los prisioneros palestinos reuniéndose con sus familias cambiaron rápidamente la opinión pública en Israel. Debido al apoyo generalizado al acuerdo, hubo una fuerte disminución a medida que pasaba el tiempo.
Los funcionarios de Hamas creen que Israel eventualmente cederá a su demanda de liberar aproximadamente el mismo número de prisioneros que en el acuerdo de Shalit a cambio de Goldin, Shaul, Mengistu y al-Sayed. Pero en Israel parece haber poca voluntad de ceder. "Todavía tengo esperanza, no tengo otra alternativa", señaló Goldin. "No tengo el privilegio de poder rendirme".
