Desde el inicio del conflicto en Gaza el mes pasado, ha habido un aumento significativo en el número de ataques terroristas, enfrentamientos, manifestaciones y disturbios en Cisjordania entre palestinos y fuerzas de seguridad. Una inspección minuciosa de estos incidentes muestra que esto no se limita a un área en particular, sino que está ocurriendo en todo el territorio gobernado por la Autoridad Palestina.
La estadística más preocupante muestra que durante el último mes, al menos 34 palestinos murieron en ataques terroristas y enfrentamientos, más que durante cualquier otro mes en los últimos 10 años. En comparación, en abril solo un palestino murió en enfrentamientos, ninguno murió en marzo y uno fue asesinado en febrero.
Incluso cuando se comparan los datos del último mes con períodos anteriores de enfrentamientos y disturbios, este es un número inusualmente alto de muertes. Por ejemplo, en el apogeo de la ola de ataques con cuchillos y embestidas de automóviles entre 2015 y 2016, que fue la escalada más significativa en Cisjordania en la última década, un promedio de 26 palestinos fueron asesinados cada mes.
El elevado número de muertos, el creciente número de ataques terroristas y otros disturbios apuntan a una situación extremadamente frágil en Cisjordania. Y hay varios factores desencadenantes de esta "intifada silenciosa". La Autoridad Palestina ha perdido gran parte de su legitimidad pública tras la cancelación de las elecciones parlamentarias que estaban programadas para mayo. Esto llevó a un aumento de la simpatía por el grupo terrorista Hamás en las áreas controladas por Fatah, como se ilustró en una encuesta publicada la semana pasada.
Otros desencadenantes fueron las tensiones en la mezquita Al-Aqsa durante el mes de Ramadán y las hostilidades en torno a la Franja de Gaza. Aunque las tensiones en Jerusalem se aliviaron y los combates terminaron, la escalada de enfrentamientos y disturbios en Cisjordania se ha mantenido alta.
El punto de inflamación más significativo de los últimos días han sido los enfrentamientos diarios que involucran a residentes de la aldea palestina de Beita, al sur de Nablus, que protestan por el reciente establecimiento del puesto de avanzada ilegal de Eviatar, que ya ha mudado a 50 familias. Solo en alrededor de esta situación, cuatro palestinos han muerto en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad durante el último mes.
También, recientemente, se han producido enfrentamientos violentos en el campo de refugiados de Fawar, en la zona de Jericó y en el cruce de Salem, cerca de Jenin. Por su parte, el sistema de defensa israelí ha aumentado en las últimas semanas el número de arrestos de palestinos en Cisjordania, y la mayoría de los detenidos son agentes de Hamás o personas afiliadas a la organización.