¿Estaba Israel realmente cerca de llevar a cabo un ataque masivo contra objetivos iraníes en respuesta al ataque cibernético contra su sistema del agua?
Si los informes son ciertos y la niebla de la guerra cibernética israelo-iraní se disipó, es posible afirmar que el secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, no viajó de urgencia a Israel simplemente para discutir acerca del coronavirus o del plan de paz de Donald Trump para Medio Oriente.
Los funcionarios de Estados Unidos sólo viajan con tanta urgencia cuando temen que los israelíes actúen en contra de intereses estadounidenses. En otras palabras, Pompeo viajó para aplacar a los líderes israelíes y atenuar su respuesta a los ciberataques.
¿Cómo fueron los hechos? El 7 de mayo una inusual reunión de gabinete tuvo lugar en Israel. Según las filtraciones el tema del encuentro fue el ataque cibernético al sistema de alcantarillado y agua. Al día siguiente, el Departamento de Estado de Estados Unidos hizo el anuncio sorpresivo de que Pompeo viajaría a Israel.
El 9 de mayo, según los propios iraníes, Israel atacó el puerto de Shahid Rajaee. Otro evento que podría sumarse a la lista sucedió el 10 de mayo, cuando un misil iraní se desvió de su curso y golpeó un barco propio en medio de un ejercicio naval, matando a 19 soldados.
El ataque contra la infraestructura hídrica de Israel, que Fox News atribuyó a Irán, no tuvo mayores consecuencias. Sin embargo la situación inquietó a los expertos. El hecho de que una infraestructura crítica fuese vulnerada en su seguridad, hizo sonar las alarmas. Quedaba demostrado que a pesar de los enormes esfuerzos de Israel por proteger su infraestructura vital, todavía existían debilidades en el sistema.
La ocurrencia de infiltraciones por parte de piratas informáticos no debe subestimarse porque alcanza con paralizar el sistema de semáforos de los ferrocarriles para descarrilar trenes de pasajeros.
Todo indica que Irán eligió centrarse en la modalidad de ataques cibernéticos en represalia por un aumento en los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel contra sus intereses en Siria. Israel respondió, según informes en Irán y Estados Unidos, con la parálisis parcial del puerto iraní.
Si los informes son ciertos, se puede pensar que Israel quiso dejar en claro que no se involucraría en el frente cibernético y que en cambio se enfocaría en Siria, donde tiene la ventaja y cualquier daño a los intereses iraníes es particularmente doloroso para el régimen islámico. Pero para los estadounidenses, no era el momento adecuado y enviaron a Pompeo a su misión transatlántica.
Así es como se verá la próxima guerra: puertos paralizados, misiles que se desvían de su curso previsto y colapsos de sistemas eléctricos y de comunicaciones. Pero no hay que confundirse. Irán e Israel no empezaron a enviarse señales en el último mes. Esto fue sólo la demostración pública de una batalla cibernética que viene sucediendo en los últimos 20 años.