El lado izquierdo del gobierno ha estado mareado en los últimos días. Varios asuntos han estado generando polémica en la coalición, la más destacada de ellas consiste en los permisos de construcción en los asentamientos de Judea y Samaria. Los parlamentarios de Meretz y Avodá están expresando duras declaraciones, exigiendo al primer ministro Naftali Bennett y al ministro de Defensa, Benny Gantz, que detengan los planes de construcción, argumentando que en los acuerdos de coalición se decidió que se debería mantener el statu quo. Pero mantenerlo no significa que los planes deban congelarse.
Durante muchos años, los asentamientos en Judea y Samaria han estado luchando por cada unidad de vivienda. El ritmo de construcción en los asentamientos se está desarrollando de manera inadecuada para el gran número de personas que residen allí. Al mismo tiempo, en ausencia de una decisión política o un esquema para un acuerdo de paz, se debe abordar la situación de la población que reside al otro lado de la Línea Verde, tanto en términos de infraestructura como de vivienda.
Durante muchos años, los asentamientos en Judea y Samaria han estado luchando por cada unidad de vivienda. El ritmo de construcción en los asentamientos se está desarrollando de manera inadecuada para el gran número de personas que residen allí
Son significativos los planes de construcción aprobados ayer (miércoles) por el Comité Supremo de Planificación de la Administración Civil. Los programas en localidades donde hay casas fantasmas deshabitadas han sido eliminados de la agenda y reemplazados por proyectos que contribuyen al crecimiento natural de esa localidad. Y sin embargo, se trata de planes que se aprueban después de mucho tiempo de espera.
En Hebrón, por ejemplo, la construcción comenzó después de casi 20 años. En el asentamiento Eli se aprobaron 628 unidades de vivienda, después de que solo se construyeran 140 en los últimos diez años. Según los habitantes de ese poblado, cada año más de 100 familias visitan el lugar para analizar la posibilidad de residir allí. La situación es la misma en otros asentamientos.
Al margen del hecho de que cada unidad de vivienda en Judea y Samaria se informa al menos cuatro veces en los medios de comunicación, en las diversas etapas de aprobación las autorizaciones de construcción no se refieren a la población existente. Por cierto, por primera vez en muchos años, se ha aprobado una construcción relativamente significativa tanto para los palestinos en el Área C de Judea y Samaria (bajo control civil y militar israelí) como para aprobar una aldea beduina en el sur que ha estado luchando durante años por su existencia. Hay una población más allá de la Línea Verde, y en el contexto de un estancamiento en las negociaciones con los palestinos, se debe dar una solución a los ciudadanos de los asentamientos y las aldeas.
El parlamentario Mossi Raz (Meretz) criticó duramente el plan del gobierno y dijo que "los permisos de construcción para más de 3.000 apartamentos en los asentamientos en los territorios ocupados representan 3.000 escupitajos en el rostro de cientos de miles de maravillosos manifestantes que se movilizaron cada semana para derrocar al gobierno de Netanyahu y lograr un cambio".
Raz es uno de los pocos que visita la zona y presenta una posición consistente respecto de la construcción en los asentamientos, pero también sabe que el hecho de que el gobierno haya manifestado que no se ocupará del conflicto no significa que habrá un congelamiento.