Que los sobrevivientes del Holocausto vean a sus nietos enfrentando al odio que casi los mata es una fuente de vergüenza para el mundo, afirmó el presidente del Congreso Judío Mundial, Ron Lauder, en Auschwitz.
Lauder habló el lunes, Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, en el 75° aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi en la Polonia ocupada.
Decenas de líderes mundiales asistieron al evento en el Memorial y Museo Auschwitz-Birkenau cerca de Cracovia, incluido el presidente polaco Andrzej Duda, quien fue el único político en hablar. Prometió "nutrir siempre el recuerdo y proteger la verdad sobre lo que sucedió aquí".
Otros líderes incluyeron al presidente israelí Reuven Rivlin, el primer ministro húngaro Viktor Orban y el rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos.
También hablaron varios sobrevivientes, entre ellos Batsheva Dagan, de 94 años, quien vive en Israel pero nació en Polonia.
"La idea de venganza se convirtió en una fuente de fuerza que permitía soportar largos días y noches de sufrimiento inhumano", sostuvo sobre los prisioneros en los campos de concentración.
En su discurso, Lauder afirmó que después del Holocausto "todos querían distanciarse lo más posible de los horrores" de Auschwitz. "Pero en los últimos años, he visto algo que nunca pensé que vería en la propagación del antisemitismo".
También criticó lo que llamó la "fijación vergonzosa y constante sobre Israel en las Naciones Unidas", destacando que de las 202 resoluciones que condenan a las naciones individuales desde 2013, 163 se centraron en Israel..
"El antisionismo no es más que antisemitismo", agregó, lo que provocó que muchos sobrevivientes aplaudieran. Los que odian a Israel, sostuvo, "hablan de eso como los antisemitas hablaban antes acerca de los judíos".
