Mensajes breves, con pocos detalles y expresiones mínimas de afecto; estas postales y cartas fueron escritas por prisioneros judíos en diferentes campos nazis dentro del complejo de Auschwitz. Los autores de los escritos intentaban contactar a sus familiares en Viena.
Todas las postales estaban dirigidas a un contacto en la comunidad judía de Viena, Karl Schneidt (deletreado de diversas maneras en los escritos), a quien generalmente se le pedía que transmitiera los mensajes a los familiares de los remitentes, aunque Schneidt no siempre logró hacerlo.
Si bien quedaban pocos judíos en Viena, el "Consejo Judío de Ancianos" de la comunidad seguía siendo una entidad funcional hasta el final de la guerra, y muchos de los que quedaban eran medio judíos o casados con no judíos.
Quizás la característica más llamativa de esta correspondencia es la que no se expresa. Estas cartas y postales pasaron por los censores nazis. Para todos estaba claro que no se podían mencionar las atrocidades que ocurrían en sus inmediaciones.
La mayoría de los autores de las cartas eran prisioneros del subcampo de Monowitz, en el complejo de Auschwitz, que proporcionaba mano de obra esclava para varias fábricas alemanas localizadas en las cercanías del sitio.
La correspondencia es parte del Archivo de la Comunidad Judía de Viena que se encuentra en en el Archivo Central de la Historia del Pueblo Judío en la Biblioteca Nacional de Israel.
Una carta reza:
"Remitente: Sajden Efroim, campo de trabajo Birkenau, casa 1, Alta Silesia.
Destinatario: Sr. Sznajd, Karl, Viena, Zeitenstetngasse (Seitenstetten).
Fecha de llegada: 1 de febrero de 1943.
Sr. Sznajd, Karl:
Le informo que estoy trabajando como sastre, me encuentro bien y estoy saludable. Espero recibir su respuesta pronto.
Saludos cordiales a la familia Berger”.
Karl Schneidt escribió la siguiente respuesta a la carta:
“Estimado señor Sajden:
Me alegra saber que está trabajando y que se encuentra bien. Lamentablemente, no puedo enviar sus saludos a la familia Berger porque no sé su dirección. Si necesita algo más, hágamelo saber y veré si puedo enviárselo.
Atentamente”.
La siguiente es una carta escrita por Leibisch Sperber, un prisionero de Monowitz.
“Estimado señor Schneidt:
Gracias a Dios estoy saludable y estoy bien, y espero que usted también lo esté.
¿Qué noticias tiene? ¿Qué están haciendo mis parientes? Espero que se encuentre bien, gracias por todo y por favor cuide su salud.
Saludos cordiales.
Sperber”.
Schneidt respondió:
"Estimado señor Sperber:
Gracias por su carta, me alegra saber de usted nuevamente.
Junto a esta carta hay un paquete que le ha sido enviado con los mejores deseos de su prima Minna.
No sé la dirección de sus familiares, por lo tanto, no puedo saber cómo están.
Atentamente”.
Sperber fue asesinado en agosto de 1943 en Auschwitz.
Otra carta es de Paul Spitzer, quien pregunta por Schneidt, en lugar de sus propios parientes.
“Estimado señor Schneid:
Le informo que estoy bien de salud y espero que usted también lo esté. Me alegraría mucho saber de usted.
Con los mejores deseos.
Paul Spitzer”.
Schneidt respondió lo siguiente:
“Estimado señor Spitzer:
Me alegra tener noticias suyas nuevamente. No dude en escribirme. Si quiere saber algo, sólo pregunte.
Hasta entonces, saludos cordiales”.
Abram Tenenbaum, un prisionero en Birkenau, le escribió directamente a su esposa en Viena.
“Querida esposa:
Estoy sano y trabajo como sastre.
Saludos y besos.
Tenenbaum”.
Schneidt respondió al prisionero. No está claro si la señora Tenenbaum recibió alguna vez la carta de su esposo.
“Estimado señor Tenenbaum:
Me alegra saber que usted está trabajando, que se encuentra bien y que está sano. Si necesita algo, escríbame.
Atentamente”.