Un prestigioso museo despertó críticas en Israel debido a sus planes de vender antigüedades islámicas exóticas en una subasta pública.
Se trata del Instituto L.A. Mayer de Arte Islámico de Jerusalem que puso en venta 190 objetos que incluyen relojes antiguos, alfombras, armamentos antiguos y cerámicas de cientos de años valuadas en varios millones de dólares, cuya subasta está prevista para el próximo martes en el Reino Unido.
Entre los artículos más destacados, hay un casco del siglo XV diseñado para usarse sobre un turbante, un cuenco del siglo XII con una representación de un príncipe persa, y alfombras antiguas de Egipto y lo que hoy es Turquía.
El museo inició sus actividades en la década de 1960 por Vera Salomons, descendiente de una familia aristocrática judía británica, y su objetivo original era promover el entendimiento entre judíos y árabes musulmanes, un sector que representa alrededor de un 20% de la población de Israel.
La subasta despertó indignación entre funcionarios y especialistas que consideran que la misión de los museos es preservar objetos históricos valiosos y exhibirlos al público, por lo que esta operación del Museo de Arte Islámico va en contra de esos valores.
“Es poco ético, inaudito, y me da vergüenza que ocurra en Israel”, afirmó Nava Kessler, presidenta de la Asociación Israelí de Museos, una organización afiliada al Consejo Internacional de Museos que establece estándares profesionales y éticos para estas instituciones culturales. Kessler sostuvo que aún si el museo estuviera sufriendo económicamente la respuesta ética hubiera sido buscar compradores entre otros museos o instituciones culturales.
La Autoridad de Antigüedades de Israel pudo evitar que dos de los objetos fueran subastados ya que habían sido hallados dentro del territorio israelí. Pero los elementos restantes ya fueron enviados a Londres. Michael Sebbane, director de tesoros nacionales de este organismo, dijo que la subasta demuestra una gran “falta de profesionalismo” y lamentó la inesperada postura del museo: “Nunca pensamos que harían algo como esto, no es un museo cualquiera”.
Yechiel Tropper, ministro de Cultura de Israel, se expresó sorprendido por esta situación y aseguró en un comunicado que no se quedará de brazos cruzados: "Utilizaremos todos los medios legales y públicos para evitar la venta de estos bienes inalienables del Museo Islámico de Jerusalem", dijo, y agregó que las piezas tienen "un gran valor histórico y artístico".
Por su parte Reuven Rivlin, presidente de Israel, manifestó su “preocupación” con el tema y pidió a las autoridades que impidan la venta de estos bienes culturales. Por el momento, tanto el museo de Jerusalem como la casa de subastas británica se negaron a responder preguntas sobre esta situación.