Durante seis minutos y 28 segundos, Sameh Zakout y Uriya Rosenman se desahogan entre residentes árabes y judíos israelíes en un intenso videoclip, desprovisto de toda corrección política, donde se lanzan comentarios racistas que buscan mostrar los prejuicios que los rodean. Titulado "Hablemos claro", el clip es poderoso y resuena en la comunidad. Actuando como un espejo, el texto contiene nociones que se escuchan o piensan a menudo en la sociedad israelí.
El vídeo se publicó el mes pasado, el mismo día en que se alcanzó un alto el fuego entre Israel y Hamás en Gaza. A lo largo del conflicto, también se produjeron violentos disturbios entre árabes y judíos en ciudades del interior de Israel. "Fue un momento casi cósmico, perfecto", expuso Rosenman. "Era una voz que la gente estaba sedienta de escuchar", agregó.
Aunque sus amigos les aconsejaron retrasar el lanzamiento para días más tranquilos, Rosenman y Zakout decidieron seguir adelante y publicar el vídeo en uno de los periodos más turbulentos que ha vivido Israel en los últimos años. La publicación se hizo viral y provocó diversas reacciones.
Rosenman es un educador y activista social israelí de 31 años. En 2018, se inspiró en la canción "I'm Not Racist" de Joyner Lucas, un artista de hip-hop estadounidense que rapeó sobre la división racial en Estados Unidos.
"Decidí centrarme en el tema que más me toca, me interesaba más explorar las narrativas en las que crecí con respecto al conflicto árabe-israelí", comentó en una entrevista conjunta con Zakout. "Me di cuenta de que en realidad no sabía mucho, ni sobre la narrativa palestina ni sobre las narrativas extremas en Israel", deslizó.
"Cuando oigo un acento árabe, siempre sospecho", rapea Rosenman en el vídeo. Mientras vomita contenidos racistas a Zakout, el rapero árabe agita las piernas y más tarde responde con su propio monólogo, que comienza diciendo: "Vosotros, los judíos, habéis olvidado lo que es ser una minoría". Un diálogo interior que tienen muchos judíos y árabes, pero que no suelen compartir.
El rapero tuvo una educación típicamente israelí. Procedente de una familia patriótica y sionista, sirvió como oficial en una unidad de élite de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Casi no tuvo mucha interacción con los árabes durante su infancia y a medida que crecía, Rosenman se dio cuenta de las complejidades de Israel.
A lo largo de su viaje, recopiló frases que había escuchado a lo largo de los años y, concretamente, en el periodo en el que recorrió el país hablando con árabes y judíos. "He escuchado estos comentarios racistas miles de veces", manifestó Rosenman. "Pueden estar basados en ciertas verdades. Pero la verdad es más complicada que eso; no es unilateral", añadió.
Con un texto casi completo en la mano, su búsqueda lo llevó finalmente a Zakout, actor y músico nacido en la ciudad mixta árabe-judía de Ramla. "He experimentado este racismo desde la infancia", dijo Zakout. "Para mí, se trataba de sacar a la luz lo que siempre estuvo oculto: todo el racismo encubierto, la corrección política que mataba la autenticidad y no permitía el diálogo entre las personas", afirmó.
Unos días después de publicar el vídeo, Zakout fue abordado por judíos religiosos que lo reconocieron. Le dieron un abrazo y le dijeron que lo sentían. "Me quedé sin palabras", comentó, y añadió que le sorprendieron las innumerables veces que recibió comentarios positivos.
"La generación joven espera un liderazgo diferente, un liderazgo que crea en la moderación y vea las complejidades en beneficio del bien común"
Uriya Rosenman, rapero
"Queremos seguir difundiendo el mensaje de la cooperación entre árabes y judíos", verbalizó Rosenman. "La generación joven espera un liderazgo diferente, un liderazgo que crea en la moderación y vea las complejidades en beneficio del bien común", sentenció.
Simultáneamente a la publicación del vídeo, Zakout y Rosenman abrieron un grupo en Facebook titulado "Hablemos claro". El grupo pretende ser un canal para que judíos y árabes hablen abiertamente entre sí y cuenta con más de 3.400 personas seguidores. "Mi patriotismo, mi sionismo, no se ve perjudicado por estas acusaciones", aclaró Rosenman, refiriéndose a los comentarios menos favorables al mensaje del proyecto.