El empresario israelí Moshe Greidinger informó el cierre masivo de 663 salas de cine de Cineworld, la segunda cadena más importante del mundo.
Greidinger comunicó la noticia en la mañana del lunes a la cadena inglesa BBC horas después de que se anunciara la suspensión del estreno de “No Time to Die”, la nueva película de la saga de James Bond, que estaba prevista para noviembre.
“No fue una decisión fácil”, declaró el empresario israelí, director ejecutivo y socio mayoritario de la cadena que opera especialmente en Estados Unidos y el Reino Unido, en donde Cineworld cuenta con su sede principal.
Tras el primer gran brote de coronavirus, con ciertas restricciones de capacidad a partir de agosto tanto en Europa como en EE.UU. se produjo una lenta reapertura de las salas de cine. Pero eso no resolvió el principal problema de la industria que es la falta de estrenos, debido al congelamiento casi total de los trabajos de Hollywood y diferentes estudios europeos.
“No alcanzan las palabras para explicar lo difícil que resulta esta decisión. La empresa continuará monitoreando la situación y se asegurará de informar si hubiera algún plan de reapertura de los cines, con pautas de apertura claras y estudios en condiciones de entregar películas nuevamente”, expresó Greidinger en un comunicado.
La medida pone en riesgo la situación de 45 mil trabajadores y su anuncio generó en la mañana del lunes una caída del 55% de las acciones de Cineworld en la bolsa de Londres.
