La alfombra roja se desplegó esta mañana en el aeropuerto Ben-Gurion para dar la bienvenida al gimnasta Artem Dolgopyat de los Juegos Olímpicos de Tokio, donde ganó la medalla de oro en el ejercicio de suelo masculino.
Inmigrante de Ucrania, Dolgopyat ganó su primera medalla de oro y la segunda en la historia de Israel, lo que provocó que muchos seguidores fueran a recibirlo al aeropuerto para celebrar la victoria.
"Estoy muy conmovido por esta bienvenida", dijo el campeón, a su llegada y bajo una lluvia de champán. "Esta medalla pone mucha presión sobre mis hombros para el resto de mi carrera pero todo estará bien", agregó, con una sonrisa.
Después de su victoria, el país se conmovió con la noticia de que Dolgopyat no tiene permitido casarse en Israel, ya que el atleta es judío a través de la familia de su padre.
Según la ortodoxia judía, solo las personas cuya madre es judía pueden ser consideradas judías. El matrimonio en Israel está controlado por el Rabinato ultraortodoxo y los judíos no pueden casarse con "no judíos". Esa situación se estima que afecta a unos 350.000 israelíes, muchos de los cuales provienen, al igual que Dolgopyat, de países de la ex Unión Soviética.
El parlamentario laborista Gilad Kariv, exdirector del Movimiento de Reforma en Israel, tuiteó: "El derecho a contraer matrimonio en su país es un derecho fundamental. Artem, continuará trayendo medallas y nosotros continuaremos luchando por su libre elección en asuntos de matrimonio y divorcio".