Un nuevo estudio realizado por la firma de ciberseguridad Kaspersky reveló que el 63% de los humanos consideraría aumentar sus cuerpos utilizando tecnología, y el 53% cree que mejoraría su forma de vida. El trabajo de campo para el estudio fue realizado por Opinium Research, que encuestó a 14.500 personas de 16 países de Europa y África del Norte.
"Es importante hablar de ello ahora, tener una idea de estas tecnologías ahora, para impulsar activamente su desarrollo", señaló Marco Preuss, director del Equipo de Análisis e Investigación Global de Kaspersky. “Tenemos muchas novelas y películas sobre este tema. Ahora depende de nosotros decidir si queremos ir en esta dirección”, señaló.
Entre los encuestados, la razón principal por la que querrían aumentar sus cuerpos con tecnología es mejorar la calidad de vida. A esto le siguió la elección de tener el cuerpo que deseaban, ayudar a reducir el sufrimiento y un deseo general de superarse. Las cualidades que la gente más deseaba mejorar eran la capacidad intelectual, la fuerza y la atracción física hacia los demás.
El estudio, titulado El futuro del aumento humano 2020: oportunidad o sueño peligroso, tiene como objetivo explorar el potencial del aumento humano para una contribución positiva al futuro colectivo de la humanidad y evaluar los desafíos que la sociedad puede enfrentar en ese viaje. Mientras que el aumento puede ser tan primitivo como los anteojos o los audífonos básicos, el "camino se hace más largo" a medida que la tecnología mejora para abarcar aspectos futuristas como la edición genética de niños pequeños o la implantación de chips en nuestros cerebros para cargar nuestros recuerdos en Internet.
“Los países que son económicamente más pobres están más abiertos a tal aumento de sus cuerpos, a fin de recuperar la idea de igualdad”, señaló Preuss a Calcalist al informar los hallazgos de la investigación. Destacó cómo los países con economías fuertes, como el Reino Unido y Alemania, eran más escépticos sobre este aspecto de moficicación del cuerpo humano. Esto contrasta con países con economías más débiles, como Marruecos o Italia, que mostraron más entusiasmo por aumentar y modificar sus cuerpos. Las naciones pobres demostraron que estaban más entusiasmadas con mejorar su cuerpo o su mente con el uso de la tecnología.
Irónicamente, Preuss advirtió que, a menos que encontremos una manera de controlar el desarrollo del aumento humano, "definitivamente conducirá a un área donde tenemos esta sociedad dividida", dijo. Si quienes viven en economías más ricas tienen la posibilidad de mejorar las cualidades humanas como la fuerza física o la inteligencia, esto conducirá a una sociedad fracturada con un grupo significativamente más capacitado y próspero que el otro.
“Mire nuestros aviones –añadió Preuss–: tiene primera clase y clase económica. Esto sería aun mucho más grande: es más como la diferencia entre estar en un avión y estar en un bote de madera en el océano."
“Lo único que tenemos los humanos es este pensamiento creativo, esta mente creativa. Poner más atención en nuestra fuerza y mejorar (nuestros cuerpos), y también deshacernos de las debilidades, podría beneficiar a la humanidad a largo plazo."
La cuestión ética en torno de que algunas personas tengan la oportunidad de mejorar sus cuerpos y otras no, ya refleja los problemas actuales, como el acceso a una atención médica adecuada en todo el mundo. A medida que continuamos por este camino de fusionar humanos y máquinas, Preuss cree que se necesitará más que una simple regulación gubernamental para que sea un campo de juego uniforme y seguro.
“Creo que son áreas en las que no se trata sólo de la libertad de un individuo sino de la libertad de una sociedad”, dijo. "Pero puede que no sea prudente que los propios políticos lo definan". Sugirió que los políticos, que generalmente no están familiarizados con la tecnología o la ética, trabajen junto con expertos en sus respectivos campos para establecer un conjunto de reglas o límites.
“Lo único que tenemos los humanos es este pensamiento creativo, esta mente creativa”, concluyó. "Poner más atención en nuestra fuerza y mejorar (nuestros cuerpos), y también deshacernos de las debilidades, podría beneficiar a la humanidad a largo plazo".
